La educación concertada de León acabó el curso este viernes con una convivencia religiosa. Unos 3.000 alumnos de 17 colegios se reunieron en el Palacio de Exposiciones a las once de la mañana con el obispo, con motivo de la Marcha Solidaria que organiza Escuelas Católicas de Castilla y León. Esta iniciativa, que cumple tres años, tiene un doble objetivo. En primer lugar, el de recaudar 10.000 euros de donativo para Cáritas Diocesana de León y, en segundo lugar, apoyar la iniciativa del Papa Francisco de un Pacto Educativo Global que promueva una educación "basada en la fraternidad y la protección de los vulnerables".
En ese sentido, el obispo, Luis Ángel de las Heras, animó a los escolares, profesores y familias a trabajar por una educación "capaz de transformar el mundo y basada en el diálogo, la familia y la acogida". Precisamente, de la acogida de migrantes en Villarrodrigo habló el obispo, que aludió a "superar los prejuicios y a ser coherentes con el Evangelio de Jesús". “Cueste lo que cueste tenemos que hacerlo”, declaró el máximo representante de la diócesis, antes de celebrar con los jóvenes de la concertada leonesa que ya están de vacaciones, aunque la educación continúa en casa.
Los centros participantes en la marcha solidaria han sido Sagrado Corazón Carmelitas, La Anunciata, Virgen Blanca, San José, La Asunción, Don Bosco Salesianos, María Auxiliadora, Marista Champagnat, Marista San José, Nuestra Madre del Buen Consejo Agustinos, Sagrado Corazón Jesuitas, Discípulas de Jesús, Divina Pastora, Escuela Profesional San Francisco, Nuestra Señora del Carmen, San Juan de la Cruz y Santa Teresa.