El Ayuntamiento de León iniciará el lunes el vallado para acometer la primera fase de las obras de remodelación de la plaza Mayor de la Constitución Española. Una vez que se haya señalizado toda la zona y se hayan llevado a cabo todos los preparativos, las máquinas comenzarán a trabajar siguiendo los planes establecidos en los pliegos de adjudicación de las obras. En esta primera fase, las obras afectarán aproximadamente a la mitad de la plaza Mayor. Debido a esta intervención, el mercado tradicional pasará a celebrarse en el parking de San Pedro y sólo un día a la semana, los sábados.
Se trata de un proyecto que ejecutará la Unión Temporal de Empresas formada por Geoxa, Presa Ibáñez y Oly con un plazo de ejecución de nueve meses. Aunque sólo siete corresponden a la ejecución material del proyecto (los dos restantes eran para su redacción), lo cierto es que hay serias dudas de que se pueda cumplir el planteamiento inicial de que la plaza Mayor luciese su renovada imagen en Semana Santa. En este sentido, el alcalde de León, reconoció la semana pasada que será «difícil» llegar a tiempo con la obra terminada. «Dependerá mucho de la voluntad de la empresa y de las condiciones meteorológicas, pero ojalá pueda ser y, si no está rematada al cien por cien, que de alguna manera pueda permitir la celebración de los eventos previstos», aseveró el regidor.
En todo caso, las cofradías ya trabajan con planes alternativos que llevarían por ejemplo el acto del Encuentro de la procesión de Los Pasos a la plaza de Regla, tal y como ocurrió durante las obras de construcción del aparcamiento subterráneo de la plaza Mayor.
Es precisamente su estructura una de las causas de que ahora se tenga que remodelar el pavimento superior con una inversión de 1,9 millones de euros, ya que precisa una nueva impermeabilización y ha provocado en los últimos años importantes desniveles.
Y resolver estas dos patologías que presenta actualmente la plaza será posible mediante la renovación integral del pavimento. Los técnicos municipales reconocen ahora el mal comportamiento que tiene la piedra caliza utilizada en la rehabilitación de 2001 en una ciudad con importantes oscilaciones térmicas y en la que las heladas son habituales durante el invierno, lo que provoca además que los abujardados del pavimento se pierdan con celeridad y han hecho que sea mucho más resbaladizo.