Según su escrito de acusación, la Policía Judicial de Ponferrada tuvo conocimiento de que un grupo de gente se dedicaba a la venta de estupefacientes de distintos tipos, por lo que vigilaron sus movimientos y les realizaron intervenciones telefónicas. Fruto de este trabajo pudieron conocer que de marzo a septiembre de 2018 una pareja residente en Catoira (Pontevedra) viajó cada mes y medio a Ponferrada, donde suministró cocaína «a gran escala» a un matrimonio que la vendió a terceros en un bar que regentaban en la Avenida de Portugal del municipio. El marido contaba, además –y siempre según el escrito de acusación del fiscal– con la «plena colaboración» de otra persona que se encargaba de distribuir la cocaína para él en la zona de Bembibre y sus aledaños.
A raíz de esta información el 28 de septiembre de 2018 la pareja de Pontevedra fue interceptada en la salida de la A-6 en Camponaraya, cuando se dirigía a Magaz de Abajo para encontrarse con el responsable del bar. En el cacheo y revisión del vehículo se localizaron 1.000 gramos de cocaína, mientras que al propietario del bar le intervinieron 33.000 euros para el pago de la droga. Se llevaron a cabo también registros domiciliarios en los que se hallaron diversas sustancias.
En otro orden de asuntos, los agentes también tuvieron conocimiento de que otra persona, «previamente concertada» con el encargado del bar, alquiló en mayo de 2017 una finca rústica en el barrio de la Martina de Ponferrada en la que cultivaron «una gran plantación de marihuana». En este cultivo –apunta el Ministerio Público– participó activamente otro varón, así como en su distribución a los clientes, y también el hermano del que alquiló la parcela, que se encargó «de la distribución en lugares de ocio de Ponferrada y a determinados clientes».
En prisión
Hacia el responsable del bar de Ponferrada y el gallego se decretó prisión provisional comunicada y sin fianza el 30 de septiembre de 2018. Para el primero de ellos, además, a la hora de solicitar las pena el fiscal solicita que se considere la agravante de reincidencia.
Para la pareja de Catoira, para el matrimonio que regentaba el bar en Ponferrada y para la persona encargada de distribuir la cocaína en la zona de Bembibre y sus aledaños reclama nueve años de cárcel y la multa de 122.312 euros y para el que alquiló la finca, para el hermano de éste y para el que participó en el cultivo y distribución de la droga tres años de prisión y la multa de 4.634 euros.