A mediados del mes de octubre la berciana Ofelia Rodríguez se ponía al frente de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (Csif) en León tras doce años de mandato de Hipólito Riesco. Apenas unos meses en los que las cuestiones de peso sobre los empleados públicos y funcionarios de la provincia se han sucedido, con la problemática de Muface al frente. Repasamos con ella la situación actual del funcionariado leonés en un día en el que su ausencia en la manifestación por León será sin duda una de las más llamativas.
– ¿Qué balance hace de estos meses al frente de Csif en León?
– Llevo en la organización sindical desde 2013, desde el principio me gustó la forma de trabajar, con gente muy comprometida en un momento en el que los sindicatos estaban de capa caída. En el pasado congreso tuve el apoyo de los compañeros, la organización interna está muy bien estructurada, con sectores bien definidos y tenemos un conocimiento amplio de cada servicio, cada centro y cada empresa.
– Por lo que ha podido vivir estos meses, ¿qué instituciones de la provincia son las que más y menos colaboran?
– Dificultades tenemos esté quien esté en el gobierno porque somos un sindicato independiente. Siempre intentamos llegar a un acuerdo por la vía cordial y si no lo hacemos utilizamos los recursos que tenemos en nuestra mano. En los tiempos de crisis es cierto que cuesta más por el problema económico, se destruyen empleos, hay problemas en las negociaciones... pero no podría decir que hay una institución concreta que destaque, es un día a día y estamos acostumbrados a ello.
– ¿Cuáles son las principales reivindicaciones que tienen los empleados públicos y funcionarios de la provincia?
– Son variadas. Pedimos esencialmente la equiparación salarial entre todas las administraciones. Es duro sufrir que en una misma categoría haya diferencias de salario de 3.000 o 4.000 euros e incluso hasta 11.000 en categorías superiores, todos pagamos los mismos impuestos y tenemos unos derechos vinculados a la categoría profesional. Después otra de las principales reivindicaciones es la pérdida de poder adquisitivo, ya que desde 2002 hemos perdido cerca del 6% y desde 2010 superamos el 20%. Se negocia la subida del Salario Mínimo Interprofesional, lo entiendo, pero los empleados públicos nos sentimos abandonados, tenemos mucha dificultad para negociar con el Gobierno. Además, la plantilla de las administraciones está bastante envejecida y necesitamos tasas de reposición acordes a la necesidad que existe.
– La cuestión de Muface es sin duda uno de los principales temas que ha tenido que gestionar en estos meses, ¿en qué punto se encuentra la situación?
– Cabe recordar que esta situación afecta a funcionarios de distintas categorías, a la policía nacional, docentes y personal de la administración general. La población no tiene claro el concepto de ser mutualista, que es una condición laboral que que implica un determinado puesto de trabajo. Cuando una persona accede a una plaza por oposición en condiciones de igualdad, mérito, capacidad y publicidad, va añadida una condición del servicio sanitario, no es un privilegio como quiere vender determinada gente, va vinculado a la plaza y saltarse así un acuerdo que lleva cerca de 50 años vigente porque sí no puede permitirse. El sistema funciona de forma eficaz y convive con el sistema nacional de salud. Desde Csif nunca hemos visto claros los motivos, la parte complicada ahora mismo es la económica, pero todo tiene un coste. El informe del Ministerio de Sanidad decía que los mutualistas pasen al Sistema Nacional de Salud como si no pasase nada. No hay que olvidar que tenemos una sanidad fantástica, pero que no puede dar cobertura de inmediato a un millón y medio de personas más.
«Ser mutualista no es ningún privilegio, es una condición vinculada a un puesto de trabajo»
– En cualquier caso parece que el problema está a punto de resolverse
– Por hacer un repaso cronológico a lo que ha sido el proceso, en octubre tenía que salir publicada la primera licitación. Hubo diferencias de ofertas e inclusoMuface reconocía que necesitaba un incremento para que las aseguradoras fuesen capaces de asumir el servicio, pero la diferencia se acercaba a un 20%. Csif comienza a realizar concentraciones y a raíz de esa presión en diciembre se hace una segunda licitación sobre la que se comienzan a modificar cosas, por lo que nosotros lo consideramos como una tercera licitación. La semana pasada se saca un nuevo pliego y con ese documento encima de la mesa hay un acercamiento en la partida presupuestaria, que ahora mismo es lo que más importa. Las aseguradoras están estudiándolo y es importante que se resuelva rápido, porque aquí en León hay algunas que ya están anunciando que a partir de determinado día dejan de prestar el servicio, motivo por el que vamos a interponer una queja en Fiscalía ya que hay personas en algunos lugares que están desatendidos. Se ha desconvocado la huelga, aunque queda pendiente si es necesaria. Confiamos en que con esta nueva propuesta lleguen a un acuerdo.
– ¿Nota que esta cuestión lleva a que parte de la sociedad sienta desapego con el empleado público?
– Si existe es por desconocimiento del funcionamiento del sistema. Los mutualistas han convivido durante 50 años con el Sistema Nacional de Salud, en épocas de más crisis. Además de la parte económica influye la parte ideológica y esto no es ningún privilegio, es una condición laboral vinculada al puesto de trabajo y quien lo interprete de forma distinta desconoce el sistema.
– Otro de los temas candentes en la situación laboral es la reducción de jornada, ¿cómo lo valora Csif?
– Todo lo que vaya en favor del trabajador nosotros lo vemos de forma positiva, pero es cierto que hacer una reducción de jornada implica una modificación en la inmensa mayoría de los convenios colectivos. Aplicarla en algunas empresas no les supondrá mucho, pero a otras les supondrá un vuelco brutal. Veo difícil la adaptación en sectores como la hostelería, el transporte, el campo o la industria para que las empresas puedan seguir prestando el mismo servicio y puedan asumir los costes.
– Sin embargo en la administración pública está implantada e incluso se reivindica ya la jornada de 35 horas.
– Eso es, la administración ha ido haciendo sus adaptaciones y no supone demasiado problema.
–Lo comentaba antes respecto a la pérdida de poder adquisitivo, ¿cómo valoran la subida del SMI y la tributación vinculada en algunos casos tras este último aumento?
– Es un poco lo mismo, lo que suponga un beneficio para el trabajador lo vamos a apoyar, pero no sabemos si han tenido en cuenta que pasando de ese umbral hay que tributar o si lo han hecho a propósito. Somos partidarios de que ya que se aumenta el SMI lo suyo es subir el umbral de tributación, porque una subida de 50 euros si tienen que tributar por ello se les va a quedar en 20, la empresa va a tener que subir también esa aportación y es una cuantía con la que no se contaba.
–Ya hablando en clave local, son ustedes uno de los grandes ausentes de la manifestación por León de este 16-F, ¿cómo valoran su convocatoria y por qué esa ausencia?
– No es fácil explicar la ausencia del primer sindicato de empleados públicos de la provincia en esta manifestación y queremos mostrar nuestro profundo respeto por cualquier convocatoria de cualquier otra organización, pero entendemos que los tiempos y las formas también son muy importantes. En 2012 CCOO, UGT y Csif junto con los vecinos de La Asunción promovió varias concentraciones por el futuro de León. En 2015 esa iniciativa se queda parada ante la convocatoria de la mesa por León, en la que se de inicio se vetó a Csif y solo se nos invitó cuando todo lo que se sabía sobre ella era la crónica de una muete anunciada. Tras fracasar aquel proyecto surge la idea de esta nueva manifestación contra aquel fracaso y nosotros, no habiendo formado parte de aquella plataforma y desconociendo lo ocurrido en su seno, entendimos que no debíamos estar en esa convocatoria. Es curioso que al final han protestado contra el fracaso de la mesa por León todas las organizaciones que formaron parte de la misma. Una llamada de atención a que León necesita ayuda la hacemos a diario en la calle, no formamos parte de la plataforma, pero llevamos tiempo reivindicando un plan económico urgente más allá de ideologías a través de las negociaciones. Necesitamos crear empresas, estabilidad en los puestos de trabajo, acabar con tanta burocracia que, en nuestro caso, nos lleva meses conseguir una reunión y años ejecutar un acuerdo ya firmado, hay que retener el talento joven, tenemos una universidad que va a tener prácticamente todas las categorías sanitarias y eso nos puede ayudar a ampliar el empleo público. Llevamos años en la calle con esas reivindicaciones y ese trabajo lo llevamos muy adelantado.
«Incibe ha tenido problemas con los trabajadores desde el minuto uno»
– Uno de los conflictos laborales en los que ustedes están negociando más importantes de la provincia es el caso del Incibe, ¿cuál es la problemática y en qué estado está?
– Incibe, desde el minuto uno siendo Inteco, ha tenido siempre problemas con las negociaciones de las condiciones laborales de sus empleados. Desde 2011 nunca ha tenido un convenio colectivo, tienen acuerdos de empleo que desde que están funcionando son renovables año a año. Después de años intentando poner en funcionamiento una nueva negociación, lo ponemos en conocimiento y vemos que el primer acuerdo de empleo a partir del que se han ido renovando los demás, no está registrado, lo que dificulta aún más la apertura de una negociación. En 2022 Csif logra la mayoría de delegados sindicales y entra gente con ganas de poner en orden esta situación. Se han encontrado muchísimas dificultades e infinidad de excusas, que el comité estime la cuantía de los acuerdos que quieren negociar, cuando no les corresponde a ellos y es la empresa la que tiene que hacer sus números, que si eran las elecciones europeas, que especificasen los temas que querían tratar, que no había secretario general o la más sangrante, que como la representación sindical no era la misma que en el inicio de la negociación no era algo justo. No se puede parar una negociación si cambir la organización sindical. Lo único que tienen actualizado es el salario según el IPC, los calendarios o el teletrabajo, pero por ejemplo no hay reconocimiento de antigüedad. A finales del año pasado comienzan a poners en contacto con cartas al ministro, al secretario y hemos denunciado al Serla para empezar por fin la negociación del convenio colectivo. Ya tenemos fecha, el 24 de febrero y confiamos que haya un inicio de acuerdo. Debe constituirse una mesa negociadora que se ha pedido en infinidad de ocasiones y confiamos que con la presión del Serla se ponga en marcha. Además, se ha denunciado a inspección de Trabajo, que se realizó hace unos días y se ha visto que no hay plan de Igualdad en una empresa con 160 trabajadores con lo que se ha instado a ponerlo en marcha y a empezar la negociación del convenio. Además, en cuanto al terreno laboral se ha trasladado a gente desde Madrid a León, ha habido despidos improcedentes, despidos nulos con un coste en indemnizaciones de 200.000 euros, los salarios de los técnicos están infravalorados, cobran apenas 200 euros más que un becario y sufren mucha presión, con sobrecarga de trabajo y responsabilidades que sí suponen un plus de sueldo, lo que genera aún más presión. Hay muchas bajas por ansiedad, por estrés... es una situación tensa la que se vive en el Incibe.
– Otro frente abierto es el de la ayuda a domicilio en León...
– Debemos cuidar los servicios sociales. En León están externalizados y las licitaciones que se presentaron el año pasado hubo una serie de situaciones que llevaron a su anulación tras excluirse a empresas por cuestiones de forma. Recurrieron, les han dado la razón, se adjudica el contrato y a día de hoy siguen sin asumir ese servicio, lo que suopne una pérdidas grandes salariales para los trabajdores y para las prestaciones que se tienen que realizar.
– De igual modo esta semana los conductores de autobuses urbanos han vuelto a parar
–La negociación está rota y las movilizaciones están convocadas. Esto afecta tanto a León como al Bierzo, donde además ha habido modificaciones de líneas y hay cierto desconcierto e incomodo por parte de los usuarios. Los trabajadores no pueden cumplir con ello y el malestar es generalizado, así que pedimos buscar una solución entre empresa y ayuntamiento para que se evite el perjuicio a usuarios y trabajadores.
– ¿Cómo está la situación de los diferentes procesos de estabilización?
–La inmensa mayoría están resueltos, en algunos quedan la toma de posesión o la firma. La fecha del fin del proceso era el 31 de diciembre, en Diputación ya finalizó, en algunos ayuntamientos está en al fase final, lo mismo en el personal funcionario laboral de la Junta. En cuanto a los docentes ya ha finalizado si bien se han encontrado con un problema relacionado con la carrera profesional, ya que tomar ese camino les reportaba pérdidas económicas al tener que renunciar a otro complemento. En Sanidad se irá cerrando a lo largo del año y lo que pedimos desde Csif es la renovación de los puestos para ampliar la oferta de empleo, hay una necesidad grande, las plantillas están envejecidas y necesitan una renovación muy importante.