Más de 300 personas se han manifestado este jueves a las 20:00 horas en la Plaza de Botines, coincidiendo con la celebración del Día Internacional del Refugiado, para hacer más visible «la realidad de millones de personas desplazadas en todo el mundo y solicitar los recursos necesarios para que la protección internacional sea un derecho efectivo». Una protesta que ha coincidido con la polémica generada por las posiciones racistas y xenófobas de ciertos vecinos de Villaquilambre ante la apertura de un centro de refugiados en el antiguo Hotel Chalet del Pozo, ubicado en Villarrodrigo de las Regueras, perteneciente a dicho municipio.
Los manifestantes han reivindicado la derogación de la Ley de Extranjería, a la que han acusado de dificultar el derecho de refugio y asilo, así como el cierre de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIES). También han rechazado el Pacto de Migraciones europeo ya que consideran que lesiona los Derechos Humanos, incluyendo a menores. Han pedido que se respeten los Derechos Humanos en las fronteras y han defendido el no a la guerra para que todos los conflictos se aborden por vías diplomáticas. Han apoyado la legalización de las personas migrantes indocumentadas en España a través de la iniciativa legislativa popular admitida a trámite en el Congreso y han solicitado vías legales y seguras para la llegada de migrantes.
Desde la Plataforma de Apoyo a las Personas Refugiadas han invitado a los vecinos que rechazan a estos inmigrantes sin siquiera haber llegado aún, a “reflexionar” por qué tantos colectivos diferentes en León se han unido en apoyo a las 180 personas que llegarán desde Mali y Senegal.
Así finalizó una jornada reivindicativa en la que la división de la sociedad leonesa se hizo palpable entre quienes apoyan la llegada de estas personas necesitadas y quienes la rechazan. Un 20 de junio más en el que se celebró del Día Internacional del Refugiado.