Hostelería de León renovó recientemente la Junta Directiva con la entrada de Óscar García a la presidencia en relevo de Martín Méndez y su equipo (muchos permanecen), que no solo logró reflotarla, sino que la reforzó durante la pandemia. Ahora buscan seguir creciendo en afiliación, de la mano de la Fele y Hostelería de España, mirándose en el espejo de Otea y con una potente y renovada web, que incluye el Club de Hostelería, un espacio para aquellas empresas que quieran ir un poco más lejos. En el horizonte tienen retos tan mayúsculos como cerrar las salida de la crisis, la inflación, la falta de mano de obra, la renovación del convenio colectivo o el mantenimiento de la calidad hostelera de León, que incluye las tapas y los cortos.
–¿Cuáles son los objetivos de Hostelería de León?
– El objetivo es crecer bastante más. De cara a otoño lanzaremos una campaña de captación de socios. Hemo estado con el presidente de Hostelería España, José Luis Yzuel, que nos ayudará a ello, porque tienen plataformas específicas para ello. En la provincia hay unas 4.200 licencias entre Hostelería y Turismo.
– En la presentación de la nueva junta comentaron que quieren trabajar por subsectores.
– Sí, en la Junta Directiva tenemos uno o dos vocales por subsector, que son los que me apoyaran, cada uno desde lo suyo. Yo entiendo de ocio nocturno, que es lo mío, pero no entiendo igual las dificultades de restaurantes, hospedajes o fincas de banquetes, por ejemplo.
Es importante crecer en la capital, porque una vez que crezcas en la capital será más fácil en el resto de las comarcas– Por ahí pueden crecer.
– Sí. Además, dentro de cada subsector tenemos gente por toda la provincia. Es importante crecer en la capital, porque una vez que crezcas en la capital será más fácil en el resto de las comarcas.
– ¿Cómo es la relación con la Fele?
– La Fele es el respaldo mayor que tenemos. Trabajamos muy bien con ellos y estamos muy contentos.
– ¿Han corregido los errores pasados?
– Esta asociación resurgió de la mano de Martín Méndez, que le ha tocado lidiar con la pandemia, que fueron años muy duros y, quieras o no, al final eso machaca.
– Pero han encontrado relevo de forma natural.
– No ha habido luchas de ningún tipo. El propio Martín Méndez y Paula Álvarez, la gerente, me propusieron el proyecto, hablamos, les planteé que si había una junta potente no habría problema y, además, lo más importante, yo tengo tiempo para ello.
– ¿Ha cambiado la mentalidad, hay más asociacionismo?
– Durante la pandemia nos dimos cuenta de que es importante estar asociado, pero a mucha gente todavía le hace falta un poco más para que den el paso.
– ¿Qué mensaje les mandan?
– Cuanto más unidos estemos, más fuertes vamos a ser. Eso está claro. La asociación es la que tiene la potestad de interlocución con las asociaciones, negociar el convenio colectivo y estamos en la Fele. Tenemos voz y nos reciben.
– También para organizar la presión o las solidaridad.
– Durante la pandemia fuimos los primeros en aportar suministros al Hospital. Todo lo que se pidió se aportó.
–¿Cuáles son las principales demandas de los asociados?
–Al final cada uno tira para lo suyo, pero nosotros queremos trabajar para todos, para los barrios y la provincia. Para este año ya tenemos planteada la Feria de la Tapa, cerca de Semana Santa, el Certamen Gastronómico de la Trucha, que vamos a intentar devolver a San Marcos, y la Feria de la Morcilla de San Froilán. También queremos hacer otros eventos en la provincia, como jornadas del botillo en El Bierzo o unas jornadas del cocido, que ya se hizo una edición.
–¿Trabajan con asociaciones de otras provincias?
– Pertenecemos a la confederación de asociaciones de Castilla y León y tenemos muy buen trato con Hostelería y Turismo de Asturias (Otea), que están a otro nivel, tienen más de 2.000 asociados. No sé si podremos llegar a esas cifras, pero es un espejo en el que nos queremos reflejar.
–¿Por qué sigue habiendo hostelerosreacios a asociarse?
– Por el fracaso de la anterior asociación. Ahora, antes de asociarse quieren ver resultados. Esto crea complicaciones, porque es un círculo vicioso. De todas formas, también ofrecemos numerosos convenios con empresas o bancos, además de asesoramiento y la tramitación directa de licencias y otros documentos, que al final quitan mucho tiempo de lo importante para el asociado, que es dedicarse a su negocio.
La salida de la crisis de la pandemia se está solapando con esta crisis de inflación, pero el verano es optimista – ¿Quedó atrás la pandemia?
– Estamos saliendo, pero hay subsectores a los que les cuesta más. La salida de la crisis de la pandemia se está solapando con esta crisis de inflación, pero el verano es optimista, tanto en Hostelería como en Turismo.
– ¿Cómo ha ido julio?
– En León capital, después de fiestas, siempre pega un bajón. Se supone que ahora será cuando remonte. Seguimos siendo optimistas. Los bares y los restaurantes están contentos con el turismo que tenemos. Quizás en el ocio nocturno nos resentimos un poco más porque el turismo de León es de día, no de noche, y nosotros tenemos alguna opción menos. Además, este año los pueblos van a funcionar muy bien, porque se escaparán los que tengan sitio y por la ola de calor.
– ¿Las fiestas fueron buenas?
Desde mi punto de vista, han sido bastante potentes.
– ¿Cómo les está afectando la inflación, el incremento de los costes?
– Dentro de lo que cabe, estamos intentando repercutir lo mínimo posible en los precios, pero el hostelero no puede trabajar a pérdidas. En mi caso, me han subido tres veces la cerveza. Yo la repercutí una vez, al comienzo del año, y no la he vuelto a tocar. Los incrementos energéticos nos los estamos comiendo los empresarios. En los restaurantes, las materias primas han subido mucho y, al final, quieras o no, algo han tenido que repercutir. Se intenta que sealo mínimo porque el público también viene de una pandemia, también sufre la inflación y, si quieres que el cliente siga saliendo, tienes que mantener precios.
– ¿Notan ya menos afluencia?
– En mi negocio yo no lo he notado. Sigo trabajando bien. Nos da más miedo el otoño porque como esto siga subiendo la gente saldrá menos. Si no llegas a fin de mes, de lo primero que te vas a quitar es del ocio.
– ¿Cómo están capeando la falta de personal?
– Por poner un ejemplo, estamos organizándonos con Cruz Roja para firmar un convenio por el que incorporar al mercado laboral a las personas que se forman en su programa de Hostelería. Es solo una opción, porque, en general, hay que hacer que el empleo en la Hostelería vuelva a ser atractivo. Es verdad que durante la pandemia, cuando cerramos, mucha gente buscó alternativas en otros sectores. También es una salida para algunos estudiantes y, por supuesto, para los alumnos de la Escuela de Hostelería de León, aunque tampoco se cubren todas las plazas que ofertan. Al final, tenemos que hacer que se vea la Hostelería como una entrada al mercado laboral.
– En el caso de los estudiantes, las exigencias académicas actuales no dejan la misma flexibilidad.
– Eso es cierto, tienen menos horas libres de clases, trabajos, exámenes, prácticas, etcétera.
– Los sindicatos critican que no han respondido a la apertura de negociaciones para renovar el convenio.
– Tenemos diálogo con ellos. Nada más tomar posesión, retomamos el contacto. En verano va a ser complicado. Pero en otoño estaremos de lleno en ello.
– ¿Va a ser dura la negociación?
– Hay que tener en cuenta que el convenio colectivo que tenemos en León es de los más altos de España. Tendrán que ser razonables, ya que estamos con una subida enorme del IPC. A la baja es imposible negociar, pero tendrán que ser comedidos en las reclamaciones.
Hoy en día hay mil herramientas para cumplir los horarios y que el personal trabaje las horas que tiene que trabajar. – El convenio es bueno, pero también hay incumplimientos.
– Está claro, hay piratas, que son muy pocos, pero perjudican a la Hostelería, al empleado y a toda la cadena. Yo soy de la opinión de hacer buenos equipos. Más contento está el empresario y mejor va a ir el negocio. Hoy en día hay mil herramientas para cumplir los horarios y que el personal trabaje las horas que tiene que trabajar. Si se cumplen los horarios en otros sectores, se tienen que cumplir también en Hostelería y Turismo. Tiene que ser así o no seremos capaces de volver a atraer a la gente a este empleo. Tenemos que cuidar a nuestra gente. Prácticamente todos estamos de acuerdo en esto. Que la gente esté rebotando de un lugar a otro es contraproducente para todos. La pandemia también ha cambiado la mentalidad del empresario hacia una empresa más sostenible en todos los sentidos.
– ¿Hay diferencia con los barrios?
– Hay zonas y zonas. La Palomera trabaja tanto o más que el Barrio Húmedo o el Barrio Romántico durante el curso. El Casco Histórico, se ha quedado un poco más para el turismo a diario. Sin embargo, tenemos que hacer llegar a los establecimientos de los barrios que una forma de darlos a conocer es participando en los certámenes y en la asociación.
– ¿Tienen alguna acción específica para ellos?
–Estamos trabajando en algunas cosas, pero todavía no podemos concretar.
– En líneas generales ¿hacía dónde avanza la Hostelería leonesa?
–Tiene muy buena salud. En el momento de la pandemia creíamos que se iban a quedar muchos por el camino y, al final, afortunadamente, no han sido tantos. Una parte vio en la situación la ocasión para jubilarse. León se ha convertido en una ciudad de servicios muy atractiva para el turismo porque hay pocas ciudades con una relación de calidad-precios como la nuestra.
– ¿Qué demandan del Ayuntamiento?
– Vamos a intentar negociar que nos alargue la ampliación de las terrazas. Todavía no hemos podido estar con el alcalde, pero intentaremos negociarlo.
También vamos a reclamar más flexibilidad en el horario durante las fiestas. En las pasadas se ha aplicado lo que marca el Bocyl, las 03:00 horas, pero si hay un concierto en la Plaza Mayor o en la explanada de la Junta, mucha gente quiere ir luego a tomar una copa y no puede ser que estemos cerrados.
– ¿Cómo la nueva recogida de vidrio?
– Para el Barrio Húmedo era insuficiente la recogida del miércoles y el domingo. No puedes tener acumulado el vidrio de los cinco días más fuerte o estar yendo hasta el contendor más cercano. Ahora recoge tres días a la semana, por lo que estamos más cubierto, con dos días de recogida en el fin de semana.
– ¿Qué reclaman a la Diputación?
– Que se impliquen más con los certámenes, que haya más financiación.
–¿Y a la Junta?
Recientemente estuvimos con el director general de Turismo, Ángel González Pieras, que prometió 16,4 millones de ayudas para hostelería para costes energéticos. Sin embargo, cuando desgranas la convocatoria, van mayoritariamente a los alojamientos. Es cierto que en turismo han subido más los costes que en la hostelería, pero deberían ser más empáticos con el resto de subsectores, ya que la gran parte de estas subvenciones se las llevan las grandes cadenas, que son las que más potencia tienen, cuando la mayoría de los empresarios son pequeños autónomos, con dos o tres empleados, que son los que más las necesitan.Además, en este caso, son fondos que vienen del ministerio y que la Junta reparte.
– ¿Y al ministerio?
– La mayor parte de nuestra negociación es con el Ayuntamiento, la Junta y la Diputación. A nivel del Gobierno, realmente quien negocia es Hostelería España, de la que formamos parte.
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24/07/2022
Actualizado a
24/07/2022
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