Los juegos de casino (póker, baccarat, blackjack, keno, máquinas de slots, etc.) se posicionan como una de las principales aficiones de los leoneses mayores de 18 años. El XV Congreso de Juego de Castilla León concluyó que existen 4 perfiles distintos de jugador: el que juega porque le ilusionaría ganar un premio (pero nada más), el que busca evadirse de sus preocupaciones y problemas, el que juega porque es competitivo (jugador de póker, especialmente) y el que juega para socializar.
Recomendaciones a la hora de jugar
De todos ellos, el ideal es el primer perfil, ya que se trata de un juego bien entendido, que no acarrea consecuencias negativas. En cambio, quien busca detener sus preocupaciones y recurre al juego para sentirse mejor comete un grave error. Los juegos de casino deben jugarse siempre con el estado anímico adecuado: nunca cansado, nunca triste y nunca agobiado. Siguiendo este pequeño consejo nos ahorraremos más de un disgusto. El jugador competitivo no es malo per se, siempre y cuando no termine desarrollando una adicción o un trastorno de la conducta. Está bien querer ganar, pero tampoco pasa nada por perder. Por último, nos encontramos al jugador social, que tampoco entraña ningún riesgo particular: juega en los casinos con amigos y conocidos, y se entretiene socializando con ellos más que jugando.
El congreso también hizo una radiografía del sector del juego en León. Estas fueron las conclusiones alcanzadas:
- Loterías y Apuestas del Estado dispone de juegos de azar de gran popularidad, como la Lotería Nacional, la Lotería de Navidad (con menos impuestos este año) y la Primitiva
- El mundo online y offline terminarán unificándose
- Los casinos informales (salas de juego) seguirán creciendo y acaparando cuota de mercado
- Para la juventud el juego es cada vez más una afición legítima como cualquier otra. La línea entre Gaming e iGaming es cada vez más y más pequeña.
En este XV Congreso de Juego de Castilla y León también se pusieron sobre la mesa los desafíos del futuro. Sin duda, uno de los problemas más complejos a los que los casinos deberán plantarle cara es a una población envejecida. Por ejemplo, las máquinas tragaperras de los bares cada vez se usan menos y consiguen recaudaciones más bajas en comparación con años anteriores.
Afortunadamente, según los ponentes del congreso leonés, existe una gran disposición a la hora de realizar avances dentro de los propios casinos. Y es que ninguno quiere quedarse atrás: renovarse o morir. Lo cierto es que estos cambios a pasos agigantados no podrían producirse si no fuera porque se recurre al big data para conocer al jugador en su totalidad, con todas sus facetas, para ofrecerle lo que desea.