El paro subió en el mes de febrero en León, única provincia de Castilla y León en la que se produjo un repunte. Los demandantes de empleo que se sumaron a las listas del Ecyl se elevaron en 63 respecto al primer mes del año, lo que supone un incremento del 0,3 por ciento y que deja la cifra total en 23.284. Por sectores, servicios y el colectivo sin empleo anterior ganaron desempleados, 45 y 54 respectivamente. Mejoraron los datos en lo que respecta a industria, con 15 parados menos; construcción, con 13 parados menos y agricultura, con 8. De nuevo es el sector servicios es el que está sufriendo la mayor estacionalidad en la creación de empleo, lo que refleja la vulnerabilidad de este sector a las fluctuaciones económicas, según indican desde la Federación Leonesa de Empresarios (Fele). Además, el desempleo sigue afectando más al colectivo femenino, con 4.000 mujeres más que hombres en esta situación.
Si se tiene en cuenta el dato del año pasado sí que se aprecia una bajada. En este caso del 5,3 por ciento, con 1.291 desempleados menos. León también es la provincia en la que menos afiliación a la Seguridad Social se registró en el mes de febrero, con solo 159 afiliados más –la cifra más baja en la comunidad autónoma– hasta llegar a 164.275 cotizantes, de los que 34.783 son autónomos, 18 más que en enero.
Frente a la subida de León, se registraron bajadas tanto en Castilla y León como a nivel nacional. El número de desempleados descendió en febrero en la comunidad en 704 personas, lo que supone una bajada del 0,61 por ciento y deja la cifra total de parados en 115.380, un 7,02 por ciento menos que hace un año, según los datos ofrecidos por el Ministerio de Trabajo y Economía Social y recogidos por la Agencia Ical. A nivel nacional, el paro también cayó, en este caso un 0,27 por ciento, lo que se traduce en 7.452 personas, hasta los 2,76 millones, mientras que en los últimos doce meses la reducción ha sido del 5,17 por ciento. Respecto al resto de provincias de Castilla y León hubo una importante bajada en Soria y Segovia, un 2,75 y 2,67 por ciento, respectivamente, con 150 y 85 desempleados menos que en enero y que dejan la cifra global de parados en 3.007 y 5.463 personas. Le siguen Palencia, con un 1,56 por ciento menos (109 por debajo de hace un mes), hasta totalizar 6.882; y Ávila, con un 1,28 por ciento (117 personas), con un global de 9.057 desempleados. Por debajo de la barrera del uno por ciento se encuentran Zamora, con el 0,66 por ciento menos (62 que abandonaron las listas en el último mes, hasta los 9.357); Salamanca, un 0,59 por ciento (110 menos y 18.427 en total); Burgos, un 0,54 por ciento menos (84 personas que hallaron trabajo y que dejan la cifra de parados en los 15.506); y Valladolid, que cierra la lista con la bajada más moderada del desempleo, un 0,2 por ciento, que se traduce en 50 personas, hasta llegar a los 24.397.
En su análisis de los resultados de la provincia leonesa, la Federación Leonesa de Empresarios señaló que «se enmarcan nuevamente en un contexto de incertidumbre que se está ya prolongando durante demasiados meses». Hacen hincapié también en que «se observa una disminución en la cifra de negocios, una caída en los niveles de confianza y un aumento de los costes empresariales. Además, estos indicadores coinciden con el aumento en la recaudación de la Tesorería de la Seguridad Social durante el último año, así como con el incremento de las bases de cotización y del salario mínimo para el presente ejercicio y todo ello está impactando en las decisiones de contratación de las empresas debido a las crecientes dificultades que enfrenta el tejido empresarial».
"Rezagados"
Desde el Círculo Empresarial Leonés (CEL) subrayaron, por su parte, que «todos estos indicadores sobre el mercado de trabajo nos alertan de que estamos quedando rezagados y la capacidad de aguante de las empresas tiene límites. La presión fiscal, normativa, burocrática que soportan las empresas y las pocas facilidades e incentivos para la actividad empresarial y la contratación, con sucesivos incrementos del SMI, reducción de jornada laboral y otras reformas impuestas, no ayudan a la productividad ni al empleo y afectan también a la capacidad inversora de las empresas y sus previsiones de contratación».
Para UGT «sin voluntad política –como prueba el injustificado portazo a la Mesa por León, que ni está ni se la espera–, sin presupuestos que recojan inversiones en infraestructuras o medidas compensatorias, entre otros, el mercado laboral de León va a seguir dependiendo prácticamente en exclusiva de los servicios». Mientras, para CCOO León «es prioritario trabajar en la creación de empleo de calidad, mejorando las situaciones de precariedad y temporalidad, para lo cual es fundamental avanzar en un Plan de Emergencia con inversión pública e impulsar desde los Consejos de Diálogo Social medidas de dinamización laboral y de protección social».