Así lo ha avanzado Pedro Sánchez este sábado desde un acto de campaña en Valencia junto al presidente de la Generalitat y candidato socialista a la reelección, Ximo Puig, y la vicealcaldesa de Valencia y candidata del PSOE, Sandra Gómez, donde ha centrado su discurso en la sanidad pública de cara a estas elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo.
Se trata de una partida finalista de 580 millones de euros que las comunidades autónomas deberán destinar para modernizar y mejorar los más de 13.000 centros de Atención Primaria que ya existen en España y financiar con esta inversión nuevas salas de fisioterapia, radiodiagnóstico y urgencias para evitar esperas, saturación o desplazamientos innecesarios, según detallan fuentes socialistas.
En este contexto, destacan que esta partida será la mayor inversión que se ha realizado desde el Gobierno para robustecer la Atención Primaria. "La sanidad pública es competencia autonómica, pero es la prioridad del Gobierno de España", reivindican.
Frente a los recortes
El jefe del Ejecutivo y líder de los socialistas ha querido centrar este acto de ecuador de campaña en Valencia con las reivindicaciones en materia de sanidad, poniendo en valor las medidas llevadas a cabo por los Gobiernos socialistas frente a los recortes de anteriores Ejecutivos, según ha dicho.
"El peor enemigo del Sistema Nacional de Salud no son los virus, sino los recortes", ha subrayado Sánchez, cargando contra el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy por "inflingir" varios miles de millones de recortes en sanidad debilitando, tal y como ha asegurado, la Atención Primaria.
Y frente a esto, Sánchez ha enumerado sus medidas sanitarias, reivindicando, entre otras cosas, la eliminación del copago farmacéutico, la ampliación de personal sanitario, convocatorias MIR, el Perte de salud de vanguardia o planes de salud mental.
Lo vincula con el aspecto fiscal
Precisamente, el presidente del Gobierno ha relacionado todas estas medidas en el aspecto sanitario con la política fiscal, en un momento en el que ha habido varios Gobiernos autonómicos, como también ha hecho el propio Puig, de rebajar tramos del IRPF.
En cualquier caso, ha pedido no confundir la responsabilidad fiscal con "el infierno fiscal", reivindicando que los ciudadanos no se tengan que endeudar para afrontar cualquier tipo de tratamiento médico, como puede ser un trasplante de corazón.
"Recibimos mucho más del Estado del Bienestar que lo que pagamos con nuestros impuestos", ha proclamado el jefe del Ejecutivo, que ha cargado contra las comunidades autónomas que menos invierten en gasto sanitario, como Madrid.