Una peligrosa cadena de silencios cómplices

La alcaldesa de Murias de Paredes denuncia que el Servicio de Pediatría del Centro de Salud del Área De La Magdalena ha sido trasladado a La Robla o a Pola de Gordón sin avisar al Ayuntamiento

Mari Carmen Mallo
04/11/2024
 Actualizado a 04/11/2024
Un pediatra atendiendo a un bebé | E.P.
Un pediatra atendiendo a un bebé | E.P.

Hoy he recibido la noticia de gente de nuestras localidades, que el Servicio de Pediatría del Centro de Salud del Área De La Magdalena ha sido trasladado a La Robla o a Pola de Gordón.

Oficialmente en este Ayuntamiento, no sé si en otros, no hemos recibido ninguna información, pero a eso ya estamos acostumbrados/as.

En este caso, sin que sirva de precedente y aunque nuestra experiencia nos avala, nos dan el manotazo y nos cierran las puertas sin opción a dejar oxígeno para respirar.

Vergüenza, nuevamente, les debe de dar a los dignatarios de la Consejería de Sanidad, así como del silencio cómplice al resto de las administraciones intermedias, actuar como actúan, sin el más mínimo respeto por los ciudadanos y ciudadanas del medio rural.

¿Cómo podemos decir que es una solución razonable cuando se trata de una indecencia e inmoralidad retirar las consultas de pediatría cuatro horas al mes en el Centro de La Magdalena y derivarlas a la Robla o a Pola de Gordón, a más de sesenta kilómetros de muchos de nuestras localidades?

Está claro que la política de desarrollo rural solo tiene un objetivo, demoler y destruir lo poco que tenemos para que la privatización y los negocios oscuros afloren con el mejor de los abonos: el abandono de lo público.

Lanzo el guante a los profesionales de la sanidad que, ya que no pueden presionar desde sus puestos, nos apoyen como ciudadanos/as, para que el silencio deje de ser su escudo de defensa, sois vitales y muy necesarios y necesarias para todas y todos nosotros.

Basta ya de silencios cómplices y empezad a trabajar activamente por defender vuestros derechos y los derechos de vuestros pacientes.

Dejen de pisotear los derechos de los pocos jóvenes y de su descendencia que están sujetando una tierra que quiere aplastarlos.

No creo que hayamos aprendido nada de todas las catástrofes que nos están asolando.

O los cargos políticos que tienen la representación de la ciudadanía empiezan a dejar de insultarnos e insultarse como metodología de trabajo habitual o pasarán a la historia tristemente como responsables de la deriva hacia la que camina nuestra sociedad.

Hago un llamamiento a la unión de todas las entidades y colectivos  para que alcemos nuestra voz en rotunda protesta e indignación ante decisiones salomónicas a las que ya estamos excesivamente acostumbradas y acostumbrados.

 No vamos a dejar de implicar a todos los colectivos y administraciones necesarias para que esta barbaridad de hacer desaparecer la consulta pediátrica de La Magdalena se lleve a cabo con la mayor impunidad, granito a granito y latigazo a latigazo dinamitan los servicios esenciales de nuestros pueblos.

Traigan profesionales desde donde los desterraron después de haber invertido en su formación y estar preparados, eso sí, con la dignidad que les corresponde y que ustedes se encargaron de pisotear teniendo que buscar salida profesional en otros países.

Y desde este rincón de montaña, quiero enviar un mensaje de solidaridad y esperanza a la Comunidad Valenciana y a todos los damnificados ante la terrible tragedia que han sufrido y están sufriendo y a nuestro presidente el aliento, la luz y la paz que necesite, así como   a todas y todos los políticos, independientemente del partido al que representen, que la política siempre debe ser un instrumento para solucionar problemas, no para destruir sociedades democráticas.

La solidaridad es el arma más potente para remover conciencias.

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