Los personajes del tío Ful: Félix, cerró la última tienda de Cofiñal

Fue todo en Cofiñal, tuvo la tienda de ultramarinos, que también fue estanco, tenía el taxi, llevó el transporte escolar durante 25 años... pero siente que todo se está acabando

Fulgencio Fernández y Laura Pastoriza
12/08/2023
 Actualizado a 12/08/2023

Cuando en un pequeño pueblo de esta provincia ‘vaciada’ se cierra una tienda es una pequeña tragedia que sólo entienden quienes lo sufren o las gentes de aquellos pueblos que les ha ocurrido algo similar, los que tienen que acudir hasta una cabecera de comarca a comprar lo mínimo o tabaco, que será vicio pero hay quien lo tiene.


En Cofiñal acaba de ocurrir, hace unas semanas. Félix, tendero como varias generaciones familiares, cerró la tienda de ultramarinos, lo que acarrea el final también del estanco y, por suerte, el taxi –que también ofrecía este servicio– ha pasado a manos de su hija. 


La vieja tienda aún mantiene algunas estanterías, unos pocos productos que irá consumiendo, algunos adornos artesanos... pero ya huele a cierre y vacío. Algunos pares de madreñas recuerdan también a algunos artesanos que también son los últimos del oficio.


- ¿Cuántos años abierta esta tienda que ahora cierra?
- Un siglo. La tuvimos mi mujer y yo, la tuvo una tía mía y la habían abierto mis abuelos. Empezaron con el vino en 1923, que también funcionó como cantina, se jugaba la partida;dejó de ser bar en 1985 cuando me quedé yo con el negocio.


- ¿Había de todo en la tienda?
- De lo necesario, pues sí. Sobre todo para los meses de invierno, para dar el servicio al pueblo y que no tengan que andar saliendo entre la nieve para hacer compras. De eso de nieve entiendo bastante.


- ¿Por el taxi?
- Y por el transporte escolar, que también lo hice durante 25 años y entonces no era como ahora, yo llevé a los chavales con nevadas de un metro.


- ¿Sólo se cierra un negocio?
- No, ni mucho menos, es un negocio porque vives de ello pero sobre todo es un servicio, que no te das cuenta de lo que pierdes hasta que no lo tienes.


- Los pueblos se vacían.
- No hace falta más que mirar para verlo, miras para la calle y no ves ni perros, que tampoco les dejan andar por la calle.

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