En apenas tres meses se cumplirán cinco años del último corte de cinta –descubrimiento de monolito para ser exactos– en el trazado de la autovía que algún día tendría que enlazar León con Valladolid. Muy lejos queda ya en el calendario aquel primer plazo fijado para culminar esta importantísima infraestructura viaria, ya que se había hablado de 2009 en aquel Plan del Oeste impulsado en el Consejo de Ministros que se celebró en San Marcos apenas tres meses después de que José Luis Rodríguez Zapatero se convirtiera en presidente del Gobierno de España.
Desde entonces, solo algunos avances a trompicones que han servido para poner en servicio los dos extremos de la denominada A-60. Y ahora mismo, incertidumbre total sobre plazos para que puedan ni siquiera comenzar las primeras obras del tramo central entre la localidad leonesa de Santas Martas y la vallisoletana de Villanubla.
La situación en la que se encuentra este proyecto fue objeto de debate este miércoles en la Comisión de Movilidad y Transformación Digital de las Cortes de Castilla y León, donde se aprobó con el respaldo de todos los grupos una proposición no de ley presentada por UPL para instar a la Junta a que reclamase a su vez al Gobierno de manera inmediata «un mayor impulso, financiación y celeridad a la construcción de los tramos pendientes de ejecutar de la autovía León-Valladolid y a trasladar que las cuantías presupuestarias para 2023 son insuficientes para avanzar rápidamente en su construcción».
Pero antes de entrar en el debate político –que al fin y al cabo tuvo lugar en el ámbito autonómico, al que no le corresponde esta infraestructura– conviene tener en cuenta cuáles son las últimas noticias facilitadas por el Gobierno de España sobre el estado en el que se encuentra. En una respuesta fechada el pasado 29 de noviembre como consecuencia de una pregunta realizada por Vox en el Congreso de los Diputados, el Ministerio de Transportes explicaba que sus esfuerzos «se estaban centrando en actualizar la tramitación ambiental del tramo de la A-60 entre Villanubla y Medina de Rioseco» y que las partidas presupuestarias para este año «son adecuadas a la situación administrativa en la que se encuentra el proyecto».
El problema es que la respuesta no aporta novedad alguna con respecto a la facilitada un año antes a otra pregunta, en este caso del PP. En este sentido, el texto de 1 de diciembre de 2021 recordaba que en noviembre de 2020 se había aprobado provisionalmente la actualización del procedimiento de evaluación ambiental del tramo entre Villanubla y Santas Martas y que poco después se sometió a información pública. Fue en septiembre de 2021 cuando se remitió el expediente al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico para recabar una nueva declaración de impacto ambiental y proseguir con la redacción de los proyectos de los cinco subtramos aún pendientes.
No ha habido novedad al respecto desde entonces a pesar de que los contratos para redactar dos de esos proyectos –los que unirían Villanubla con La Mudarra y esta última localidad con Medina de Rioseco– se habían licitado en octubre de 2017 y se formalizaron en septiembre de 2018 con un plazo de ejecución de 24 meses.
La cuestión es que tanto retraso acumulado hizo que en diciembre de 2019 caducase la declaración de impacto ambiental y se tuviera que pedir una nueva que encima no acaba de llegar, por lo que el Gobierno sigue teniendo en el cajón un proyecto que supondría 383,6 millones de euros de inversión y se sumaría a los tramos ya en servicio. Cabe recordar que en octubre de 2012 se abrieron los cuatro carriles entre la ronda sur de León y Puente Villarente (39 millones de euros de inversión) y que en octubre de 2013 se hizo lo propio con los que unen Valladolid con Villanubla (40,1 millones de euros). Finalmente, en julio de 2018 se completo el extremo leonés de la A-60 con la inauguración del subtramo entre Puente Villarente y Santas Martas (72 millones de euros).
Retomando el debate de este miércoles en las Cortes, la procuradora de UPL, Alicia Gallego, defendió la importancia de esta autovía a la hora de «vertebrar» la comunidad y permitir que todas las provincias puedan «competir en igualdad». Criticó las demoras acumuladas con el PP y el PSOE en el Gobierno, pero hizo especial hincapié en que la declaración de impacto ambiental «se dejase caducar» y en que hayan pasado tres años sin que se haya aprobado la nueva.
Por su parte, el procurador del PSOE Javier Campos reconoció que la autovía «tendría que ir a otro ritmo» al mismo tiempo que narró los «esfuerzos» de su partido y del PP a través de las inauguraciones protagonizadas por Ana Pastor y José Luis Ábalos.
Mientras, la procuradora del PP Beatriz Coelho recordó que el PP se encontró las obras entre Valladolid y Villanubla «sin acabar y sin pagar» y que el subtramo entre Puente Villarente y Santas Martas lo inauguró Ábalos «mes y medio después de la moción de censura», por lo que «está claro quién lo ejecutó».
Petición unánime para impulsar la A-60
Todos los grupos de las Cortes respaldan una propuesta de UPL para solicitar al Gobierno de España avances en una infraestructura que lleva cinco años atascada en los despachos
06/04/2023
Actualizado a
06/04/2023
Lo más leído