Pide perdón a las familias de dos personas que asesinó su abuelo en La Cabrera

Gema Rodríguez coloca en el Cabildo de Santa Eulalia una carta manuscrita sobre esos crímenes de los años 50

Fulgencio Fernández
03/08/2022
 Actualizado a 03/08/2022
José Rodríguez Cañueto, la carta y Antonio León Carrera, asesinado, con su familia. | ARCHIVO SANTIAGO MACÍAS
José Rodríguez Cañueto, la carta y Antonio León Carrera, asesinado, con su familia. | ARCHIVO SANTIAGO MACÍAS
Entre los vecinos de Santa Eulalia de Cabrera (en el municipio de Encinedo), bastantes más de los habituales en esta época estival, comenzó a correr de boca en boca hace unos días la existencia de una carta manuscrita grapada en la puerta del Cabildo, lugar habitual de colocar los edictos, avisos y demás escritos. Pero aquella era una carta muy sorprendente y que recordaba a los vecinos uno de los hechos más luctuosos ocurridos en este pueblo en la posguerra, en los años 50, y vinculados a la existencia en sus montes de la guerrilla (maquis) con el famoso Girón entre ellos.

El inicio de la carta no deja lugar a dudas: «Estas flores blancas son para el hombre y la mujer, cuyos nombres desconozco, vecinos de Santa Eulalia de Cabrera, que en los años 50 fueron torturados y asesinados a manos de mi abuelo, Benjamín Rodríguez Cañueto, y de su hermano pequeño, José Rodríguez Cañueto».

En estas primeras líneas, que firma Gema Rodríguez Ballester, ya se percibe que ella ha vivido bastante alejada de los datos de aquellos hechos y de La Cabrera, ya que desconoce los nombres de aquellos asesinados, nombres conocidos en la comarca después de los trabajos de diversos investigadores, fundamentalmente de Santiago Macías para su libro ‘El monte o la muerte’, bastante centrado en la figura de Girón.

Explica la nieta que su abuelo, Benjamín Rodríguez Cañueto, ysu hermano pequeño, José Rodríguez Cañueto emigraron a Sevilla, "como una forma de huida, imagino". Tierra en la que seguramente también creció ella quien, después de esta presentación, redacta un impresionante y sincero testimonio en el que primero dice "lo siento" y después pide "perdón".

En el primer apartado siente los sucesos y también el dolor que causó. Para añadir: "Una pérdida así no se puede reparar pero con este gesto pretendo al menos reconocer la responsabilidad que mi linaje paterno tuvo en estos actos criminales. Y pedir perdón".

Perdón y paz para todos, "que Dios tenga en su Reino a aquellas víctimas que tanto sufrieron", y una petición para quienes lean la carta: "Si alguien encuentra esta carta y conoce a algún miembro de estas familias a las que me dirijo, le agradecería que les hiciera llegar estas palabras".


El texto de la carta


Santa Eulalia. 7 de julio de 2022

Estas flores blancas son para el hombre y la mujer, cuyos nombres desconozco, vecinos de Santa Eulalia de Cabrera, que en los años 50 fueron torturados y asesinados a manos de mi abuelo, Benjamín Rodríguez Cañueto, y de su hermano pequeño, José Rodríguez Cañueto. Ambos emigraron a Sevilla, como una forma de huida, imagino.
A las familias de este hombre y esta mujer, en nombre de mi familia quiero decir:

“LO SIENTO”

- Siento mucho todo lo que sucedió.
- Siento mucho vuestro dolor.

Una pérdida así no se puede reparar pero con este gesto pretendo al menos reconocer la responsabilidad que mi linaje paterno tuvo en estos actos criminales.

Y pedir PERDÓN.

La guerra terminó. Que la paz sea para todos, para los que ya murieron y para los que seguimos vivos.

Que Dios tenga en su Reino a aquellas víctimas que tanto sufrieron sin comprender y a sus perpetradores, haciéndoles reflexionar sobre sus actos y haciéndoles restablecer el equilibrio en el continuum de la vida.

La Guerra terminó.

Paz para todos.

Si alguien encuentra esta carta y conoce a algún miembro de estas familias a las que me dirijo, le agradecería que les hiciera llegar estas palabras.
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