Piden levantar las restricciones de los caudales ecológicos para poder regar

Las reversas hídricas en la provincia leonesa rondan actualmente el 48%

A. R.
11/08/2022
 Actualizado a 11/08/2022
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La organización agraria Asaja recuerda que «estamos ante una situación de fuerte sequía por falta de precipitaciones, acentuada con olas de calor nunca hasta ahora vistas», y que las restricciones del agua de riego van a ocasionar pérdidas «muy importantes» que «hay que tratar de minimizar en lo posible».

Por eso, la organización agraria exige a la Confederación Hidrográfica del Duero, a la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil y a la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, que tanto en cauces regulados como en los no regulados, se revisen las dotaciones necesarias para cumplir los caudales ecológicos y se deriven más aportaciones para el riego de tierras de cultivo y prados. «Los caudales ecológicos se han aumentado en losúltimos años sin el consenso con el sector agropecuario que ha visto cómo se reducen las dotaciones de agua para riego ocasionando pérdidas que son más patentes en años de sequía como este», señalan.

Respecto a los regadíos con agua de pantanos y canales del Estado, Asaja pide que se reduzcan las reservas de los pantanos limitándolas a garantizar el suministro a las poblaciones, y que el resto se libere, si es necesario, «para sacar adelante la actualcosecha, pues si no se remata bien la campaña de riego las pérdidas pueden ser cuantiosas en cultivos como el maíz».

En los ríos no regulados y en los cauces altos de los ríos, por encima de los pantanos, la opa reclama que se suspenda la prohibición de tomar agua del caudal ecológico, «pues en la situación económica actual debe de primar la producción y rentabilidad de las explotaciones, debe de primar la gestión del agua para producir alimentos». «Los ríos leoneses con caudal no regulado, que sufren un fuerte estiaje, siempre se han secado en gran parte de su cauce, y no por ello se ha atentado contra la naturaleza y sus valores», aseguran desde Asaja.

De hecho, remarcan que «el deterioro de los ríos no está vinculado a la actividad de la agricultura y la ganadería, que se ha llevado a cabo siempre y en muchos territorios de montaña con más intensidad en otras épocas, está vinculado al desarrollo urbano y en particular a los vertidos de aguas residuales no tratadas o deficientemente depuradas».

Situación de los embalses


Actualmente las reservas hídricas de la provincia leonesa se encuentran al 47,69% con 845 hectómetros cúbicos, un 13% menos que el 60% que presentaban en estas fechas el año pasado y un 10% menos que la media de los últimos diez años que fue del 57%.

La situación del embalse que más preocupa es la de Villameca, que a día de hoy se encuentra al 17,8% de su capacidad con 3,6 hectómetros cúbicos; a diferencia de los 11,3 que presentaba a estas alturas en 2021.

Camino de preocupante es el estado de Barrios de Luna,al 27% de su capacidad con 83,2 hectómetros cúbicos; mientras que el año pasado contaba en estas fechasprácticamente con el doble de su capacidad con 163 hectómetros cúbicos.

Por su parte, Riaño está al 47% con 306 hectómetros cúbicos y el Porma al 47,9% con 151 hectómetros cúbicos. Por otro lado, el embalse de Bárcena se encuentra actualmente al 59,88% de su capacidad con 206 hectómetros cúbicos.
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