La Junta de Castilla y León, a través de la Consejería de Cultura, ha restaurado las pinturas murales de la iglesia de San Vicente, en Torre de Babia, tras una inversión de 218.295,37 euros cofinanciados con el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder). La superficie de actuación ha sido de en torno a 490 metros cuadrados en elaboraciones correspondientes a distintas épocas, desde finales del XVII hasta el siglo XX. La alteración más destacable es la que provocaba el encalado que cubría la totalidad de las bóvedas y paramentos e impedía la lectura de los registros polícromos de los muros. Por ello, la obra ha consistido en la eliminación del decapado de cal, la limpieza de la película pictórica y la consolidación y fijación de los morteros, todo ello junto con los trabajos de desalación y desinfección.
El delegado territorial de León, Eduardo Diego, que ha asistido a la firma del acta de fin de obra, ha invitado a los leoneses a que visiten este enclave turístico, ya que la intervención realizada «le da al espacio una belleza singular y diferente, es pionera y nos devuelve al interior de la iglesia del siglo XVI». Además de la propia restauración de las bóvedas y los murales se ha realizado una labor de documentación, toma de muestras y análisis físico-químico de las pinturas, así como la instalación de medios auxiliares y la habilitación de las zonas de trabajo. La visita que ha realizado el delegado para comprobar el resultado de estos trabajos ha contado también con la presencia de la jefa del Servicio Territorial de Cultura, Amelia Biaín, y de varios miembros de la junta vecinal.
En junio de 2022, la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte formalizó el contrato para para proceder a la restauración de las pinturas murales descubiertas en 2017 y que cubren los paramentos y las bóvedas de la iglesia. Tras el hallazgo se procedió a la realización de diversas catas y análisis para determinar la datación y las características de las pinturas, ya que la composición original presentaba degradaciones y alteraciones ocasionadas por los diversos avatares del templo, entre ellas las humedades y las capas de cal que cubrieron así algunas pérdidas del revestimiento.