El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, recordó este martes en León que Castilla y León acapara el 54 por ciento de la inversión en obras de modernización de regadíos en toda España, así como el 40 por ciento de la transformación global, ya que se trata de “la joya de la corona” de un sector alimentario que produce en todo el país más de 100.000 millones de euros al año, de los que exporta más de la mitad.
Así lo apuntó este martes en Hospital de Órbigo, donde se reunió con presidentes de las comunidades de regantes integradas en la Asociación de Comunidades de Regantes de la Cuenca del Duero (Ferduero), a quienes informó sobre el compromiso del Gobierno y el Ministerio de Agricultura con el regadío. Un regadío que “aunque no pueda llegar al último rincón del país”, sí requiere que “muchas zonas sean transformadas y modernizadas para conseguir hacer un uso más eficiente del recurso limitado que es el agua”, en un contexto “de lucha contra el cambio climático”.
Luis Planas puso de relieve que la preservación del medio ambiente, la lucha contra el cambio climático y el regadío “no son en absoluto incompatibles”, sino que “un buen uso del agua es un buen uso de un caudal público en beneficio de la sociedad”, que particularmente para los agricultores va a permitir que sus producciones “sean más eficientes, más competitivas y mejores”.
El ministro de Agricultura quiso dejar claro el compromiso del Gobierno de España con el regadío, que se ejemplifica “a la perfección” en Castilla y León, donde se llevan a cabo el 54 por ciento del conjunto de las inversiones en materia de modernización y el 40 por ciento de la suma global dedicada a transformación, así como la “gran garantía” de continuar trabajando “con las comunidades de regantes, con las autoridades autonómicas y a través de la Sociedad Mercantil Estatal de Infraestructuras Agrarias (Seiasa)”, teniendo en cuenta las aportaciones de los Fondos Europeos.
No obstante, lo importante para Planas no es “que haya un horizonte más cercano o más lejano”, sino “continuar trabajando y avanzando sin detenerse en la tarea de modernización, que siempre continúa”, teniendo en cuenta que “cualquier proyecto que se establezca que haya que hacerse tenga que estudiar todos los impactos positivos y menos positivos que pueda haber puntualmente y ser objeto de las oportunas autorizaciones”.
Por su parte, el presidente de Ferduero, Ángel González Quintanilla, señaló que “evidentemente” en el regadío se apuesta por la modernización porque es la forma de “poder seguir compitiendo con el resto de agricultores de otros países y apuntó que además de las 100.000 hectáreas en las que ya se han ejecutado obras, “se encuentran otras 80.000 hectáreas cuyas juntas de regantes ya han decidido por mayoría adaptarse, a lo que se sumarían como mínimo otras 100.000 en toda Castilla y León”.
Por ello, a pesar del proceso político actual de convocatoria de elecciones, “el Gobierno tiene tiene que seguir gobernando y seguir haciendo las cosas que estaban previstas”, ya que de lo contrario, “los parones serían excesivamente largos y supondría retrasar mucho más la espera de la modernización”.
No obstante, González Quintanilla apuntó que “la modernización tiene que ir ligada con las regulaciones”, porque “los agricultores tienen que hacer frente a unas grandes inversiones a las que no supondría ningún problema hacer frente si hay un horizonte de pagos”, pero si a dichos agricultores “se les condena a no tener agua y tienen dos campañas sin poder sacar los euros necesarios, les estamos condenando a abandonar el sector”.
Finalmente, el presidente de Seaiasa, Alejandro Alonso Núñez, explicó que los diferentes proyectos estudiados en Castilla y León necesitan “tener el visto bueno de las comunidades de regantes”, ya que tiene que aportar el 32,8 del coste total de la obra y asumir una financiación que pagará del año 2026 al 2050 sin intereses, lo que supone “el primer horizonte de dificultad”, así como “el proceso de concentración que lleva parejo” y encajar en las partidas presupuestarias anuales “qué obras serán las que se van a ejecutar”.
Así, según los datos que aportó Núñez, en Casilla y León hay ejecutada una inversión de 515 millones de euros, en 61 obras que ya se han llevado a cabo en un total de 101.446 hectáreas, lo que beneficia a 39.365 regantes, mientras que la inversión comprometida asciende a 91 millones de euros, para siete actuaciones en 13.640 hectáreas, que afectarían a 3.426 regantes.
Planas traslada a los regantes su "compromiso" con la modernización
El ministro de Agricultura recuerda que Castilla y León acapara el 54% de la inversión y asegura que un buen uso del agua permitirá que las producciones de los agricultores sean "más eficientes, competitivas y mejores"
26/02/2019
Actualizado a
19/09/2019
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