Las plantas de Omaña y Luna cobran protagonismo gracias a una beca Ralbar de la ULE

María Mercedes Lozada ha querido aprovechar los saberes ancestrales de los pobladores de la Reserva

02/09/2023
 Actualizado a 02/09/2023
María Mercedes Lozada en el taller de ‘collages’ con vegetales. | L.N.C.
María Mercedes Lozada en el taller de ‘collages’ con vegetales. | L.N.C.

María Mercedes Lozada Guzmán, que realiza los estudios de doctorado en el programa de ‘Ecología Funcional y Aplicada’ de la Universidad de León (ULE), ha llevado a cabo este verano un ambicioso proyecto de etnobotánica, en el marco de las becas Ralbar, de la Fundación Banco Sabadell, titulado ‘De saberes y flores’. En este ha rescatado conocimientos y saberes de los pobladores de la Reserva de la Biosfera de los Valles de Omaña y Luna referidos a usos de plantas medicinales, a través de la documentación de la herencia cultural de la población de mayor edad.


La investigadora explica que ha sido «una experiencia maravillosa, pues me ha permitido relacionarme con gente optimista, emprendedora y ocupada de promover su entorno a través de múltiples actividades como la investigación en los conocimientos tradicionales que conforman el patrimonio cultural de la zona».


Los objetivos propuestos estaban enfocados a la difusión del conocimiento y a la divulgación de los trabajos desarrollados con anterioridad por el personal colaborador de la Reserva. También se buscó fortalecer el tejido microempresarial mediante la presentación del modelo de negocios para los microempresarios asociados a la marca propia de la reserva.


Conservar saberes ancestrales


«En el desarrollo de este proyecto, –comenta Lozada–, se entrevistaron a personas en su mayoría ancianas que conservan el conocimiento de las tradiciones antiguas en torno al uso y tratamiento de ciertas plantas de importancia medicinal o de uso frecuente en la farmacopea o destacadas en la economía de la región».


En los meses de julio y agosto se realizaron colectas de material vegetal, salidas de campo a diferentes municipios para el reconocimiento de la flora en cuestión. También se entrevistó a la población para su posterior edición y se realizó un taller con niños para explorar sus cualidades artísticas al elaborar ‘collages’ con material vegetal recogido por ellos mismos.


Asimismo, se realizaron cinco capítulos de un podcast que reúne la información de las plantas seleccionadas en cuanto a su descripción, distribución, usos y cualidades, así como la forma de recolección y tratamiento desde la tradición popular. También se incluye en cada capítulo la contribución de los expertos en etnobotánica. De manera simultánea se elaboraron las fichas técnicas con la información de cada una de las 20 plantas seleccionadas con el ánimo de publicar un folleto o guía de campo de las especies más representativas dentro de la etnobotánica de la reserva.


El balance para Lozada «no ha podido ser mejor», aunque ha sido un trabajo «arduo» para los dos meses en los que se ha realizado el proyecto.

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