Lo cierto es que se ha venido convirtiendo en algo habitual, pero no por ello es menos importante que la población inmigrante se haya convertido durante los últimos años en un pequeño bastión a la hora de paliar en la medida de lo posible la sangría demográfica y el envejecimiento que padece actualmente la provincia de León.
Los últimos datos que facilita el Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre población residente cifran en un total 446.326 los habitantes que tenía la provincia de León al cierre del primer semestre del año presente año. La cifra supone un descenso de 1.551 con respecto a 447.877 contabilizados el 1 de julio de 2023. La despoblación sigue haciendo mella por tanto en lo que a cifras globales se refiere, pero no ocurre lo mismo entre las personas que llegan a nuestra provincia desde otros países en busca de un futuro quizá más prometedor.
Concretamente, la población extranjera encadena ocho años al alza después de seis de descensos como consecuencia de los efectos de la crisis económica que se desató en 2008 y que supuso además el pinchazo de la burbuja inmobiliaria. Ello provocó en primera instancia que el censo de residentes de otras nacionalidades creciese mucho menos que hasta entonces y que empezase a reducirse a partir de 2011.
Y no fue hasta 2017 cuando se recuperó la tendencia al alza que se ha mantenido hasta ahora y que sirvió para que en 2020 se alcanzase ya una cifra récord en una serie histórica que comienza en el año 1996. Y todos los años posteriores al de la pandemia han servido para ir registrando nuevos máximos.
En este sentido, el colectivo de extranjeros con certificado de registro o tarjeta de residencia en la provincia de León estaba formado al cierre del pasado mes de junio por un total de 28.337, lo que supone un incremento de 1.317 y de un 4,9% en comparación con los 27.020 que se contabilizaban un año antes, según los datos que facilita el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
Es preciso destacar que se consolida una tendencia al alza que se inició en el año 2017 de la mano de la recuperación económica tras la devastadora recesión iniciada en 2008. Son ya por tanto ocho años los que la llegada de personas de otras nacionalidades han contribuido a paliar en parte la pérdida demográfica general que padece nuestra provincia.
Otra cuestión a tener en cuenta es que los años marcados por la pandemia de coronavirus no sirvieron para poner freno a esa tendencia al alza pese a las restricciones a la movilidad que se decretaron y que tuvieron lugar fundamentalmente a lo largo del año 2020.
Al margen de los datos previos al proceso de regularización de inmigrantes que impulsó el Gobierno de España puso en marcha durante la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero, el dato mínimo se alcanzó en junio de 2016, cuando la cifra se situó únicamente en 22.853. Aquel cambio de tendencia se analizó entonces como una muestra de los efectos que la recuperación económica estaba teniendo en el mercado de trabajo en la provincia de León, que se basa en buena medida en el sector servicios y que volvía a ganar atractivo para aquellas personas que deciden dejar su país en busca de un futuro más próspero. Aunque los incrementos desde entonces no pueden considerarse importantes, en comparación con los del proceso de regularización de la época de Zapatero, sí se han convertido en constantes y no dejan de ser esperanzadores para una tierra cuya sangría demográfica no parece tener freno.
Baja natalidad y éxodo juvenil
El constante descenso de la natalidad entre los españoles y la emigración de muchos jóvenes que hacen sus maletas para poder encontrar un empleo acorde a su formación hacen que la llegada de extranjeros pueda representar un arma contra la despoblación en las zonas rurales, ya que las variaciones residenciales dejan un saldo positivo pero se concentra sobre todo en las urbanas. Es por eso que en muchos pueblos los inmigrantes garantizan la continuidad de escuelas abiertas y de oficios que muchos españoles no quieren desarrollar. Es por eso que León sigue necesitando ser una provincia multicultural para que pueda ser también menos despoblada.
Finalmente, en cuanto a los países de origen de los inmigrantes que residen en nuestra provincia, destacan Portugal (4.076), Marruecos (3.706), Rumanía (3.551), Bulgaria (3.233), Colombia (1.838), Venezuela (1.056), Ucrania (913), República Dominicana (809), Italia (736), China (665), Brasil (585), Francia (473), Perú (355), Polonia (327), Reino Unido (327) y Argentina (307).