La diputada de Podemos considera que el proceso de transición ecológica es “un fallo en sí mismo”, porque “no se garantiza que los trabajadores estén en el proceso”, en referencia a las subcontratas y auxiliares. Marcello recriminó la postura del Ministerio de Industria de permitir la diferenciación entre trabajadores “de primera y de segunda”, que serían los de la matriz, en este caso Endesa, y los de las auxiliares, que lamenta que estén solos ahora que se les despide. “Es una cuestión laboral, pero también social y económica para la comarca”, dijo a su lado por lo que considera queuna transición justa se debe hacer “con las comarcas y con los trabajadores de las subcontratas que están sufriendo una vulneración de sus derechos y no tienen garantías”.
Según considera Marcello“la Junta no tiene intención de crear esa mesa de trabajo” y, por parte del Gobierno la ministra de 'desindustria' sigue con procesos de desmantelamiento en todo el país”. Volvió a incidir en que la transición justa es el pacto de las tres mentiras, por no ser ni justa ni ecológica ni transición sino que lo que se ha hecho es “una apuesta por la nuclear” con una prórroga de las centrales por siete años, mientras que ese tiempo no se le da al carbón y prevé que las térmicas sigan funcionando pero con carbón foráneo.
Por su parte, Mayoral lamentó la “absoluta y salvaje discriminación de los subcontratados” y consideró "una tomadura de pelo" la transición “si se quiere hacer un proceso de transición energética deberían tener en cuenta la desindustrialización salvaje a la que están sumidas las comarcas mineras”, dijo al lado de los auxiliares. Mayoral pide al Estado que se haga responsable de buscar industrias alternativas y “por cada puesto de trabajo destruido se creen dos es lo que tiene que garantizar el estado”.
Considera que el Ministerio de Industria está “silbando para arriba” mientras que no toma medidas y dice que tiene que hablar con inversores extranjeros a los que el líder de Podemos considera que debería decirles “que laSociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi)es una herramienta de reindustrialización de las comarcas mineras”. “No vamos a bajar los brazos en defensa de estos trabajadores. Ya está bien. Nadie se puede quedar fuera de los planes sociales”, dijo “el Estado tiene que decirle a las transnacionales que tienen que respetar a nuestra gente”, apostilló.
El consejero de Empleo, Carlos Fernández Carriedo, por su parte, ya ha movido ficha y ha enviado una misiva al consejero delegado de Endesa, José Bogas, solicitando que se reúna con los auxiliares para aclarar sus intenciones del plan social, encuentro en el que se presta a estar presente y recuerda que es una petición que ya realizó la Junta con anterioridad.
Ningún contrato para los despedidos en el desmontaje de los grupos
Los trabajadores de las empresas auxiliares acusan de mentir a la eléctrica por haber asegurado en su plan social la reubicación de los mismos en los trabajos de desmontaje de los grupos y no hacerlo.
“Algunos se han apuntado a los cursos para ello, que les supone un gasto de casi 120 euros y Endesa no asegura que los vaya a coger”, explica el portavoz de la Plataforma de las Auxiliares, Alonso Roa. Van ya 40 despidos en Maessa, de los que 26 eran posibles traslados (que solo tres aceptaron), y el próximo jueves serán siete más, completando los 47 que la firma de mantenimiento, la más numerosa en cuanto a empleo de las siete auxiliares, tenía previsto de los más de 80 trabajadores que realizaban trabajos de mantenimiento en Compostilla II.
Tras 34 días en el campamento reivindicativo, Roa reconoce que “solo esperamos a ser una cruz más” en el cementerio de cascos rojos que han abierto con los nombres de cada uno de los despedidos. Pero valora la unión que han conseguido en el campamento, que siguen defendiendo, pese a que agentes de la Guardia Civil merodean por la zona “sabemos que quieren venir a identificarnos, pero no lo han hecho aún”, dice, justificando que no se haya dado ese paso en la presencia de periodistas. Pero los trabajadores esperan que en estos días Endesa solicite a las fuerzas de seguridad su evacuación “no somos cómodos para ella, pero nos encontrará aquí”, advirtió Roa al lado de sus compañeros.
Lamenta que “Endesa no quiera saber nada de nosotros” y vuelve a pedir una mesa para que la eléctrica deje claro su plan social. Roa pide a todos los partidos políticos de la comarca que vayan de la mano “que dejen de lado la política y defiendan la comarca”, dijo, pidiendo que medien para conseguir una transición justa real.