A nadie se le escapa que el casco histórico –por su alta concentración de locales de hostelería y ocio nocturno– es una de las zonas de la ciudad donde la convivencia vecinal resulta más complicada. Es por eso que la asociación León Típico, que inició una nueva etapa hace algo más de un año, ha venido denunciando de manera recurrente los problemas que sufren quienes residen en la zona más turística de la ciudad a la hora de descansar. Además, se quejan de las conductas incívicas que observan en quienes acuden a los establecimientos de ocio nocturno: orinar y defecar en la vía pública, tráfico de sustancias, vandalismo, gritos constantes...
Mientras, desde el Ayuntamiento de León vienen defendiendo que, más allá del cumplimiento de las normas por parte de los locales en cuanto a horario de cierre, aforo e insonorizaciones, resulta muy complicado mantener el silencio en la vía pública que requiere siempre el descanso de las personas.
Además, el portavoz del equipo de gobierno municipal, Vicente Canuria, defendió recientemente en sesión plenaria ante las preguntas de la UPL que la Policía Local trabaja siempre en coordinación con la Nacional y que ambas cuentan con 300 agentes en la ciudad. En todo caso, recordó que la Policía Local no tiene competencias en materias como la seguridad ciudadana, los desórdenes públicos o el tráfico de drogas.
Pese a ello, el portavoz del equipo de gobierno destacó el refuerzo de la presencia de la Policía Local en esta zona de la ciudad, que está acústicamente saturada y registra una alta concentración de personas por la presencia de numerosos establecimientos de ocio y restauración. A ello se suma la renovación el pasado año del sistema de videovigilancia por la presencia de diferentes bienes patrimoniales. «La Policía local tiene siempre un dispositivo especial para esta zona ante la concentración de personas para garantizar la seguridad y convivencia de vecinos y visitantes. Por eso, con los recursos, que no son ilimitados, adaptamos el dispositivo en cada jornada a las necesidades específicas y a las circunstancias cambiantes. Dicho dispositivo no es fijo, sino que se refuerza en función de la vigilancia o las alertas de residentes y visitantes. Hay una planificación estratégica que se basa en recursos ordinarios y reforzados y que ha servido para que se hayan incrementado las actuaciones policiales», indicó Canuria antes de recordar que se han modificado los cuadrantes de los agentes para garantizar su presencia en el Barrio Húmedo en las franjas horarias en las que es más necesaria. «Tenemos patrullas a pie y un turno especifico los fines de semana que va de las seis de la tarde a las dos de la madrugada», agregó.
Y los datos muestran los efectos de ese refuerzo de la vigilancia, ya que la Policía Local impuso durante el pasado año un total de 293 sanciones a locales de hostelería y ocio nocturno. De ellas, 212 se debieron a que los establecimientos superaban los niveles de ruido que se fijan en la normativa, mientras que las 81 restantes tuvieron que ver con infracciones del horario de cierre previsto.
El dato contrasta con las 95 sanciones que se habían impuesto en 2023 (de las que 50 fueron por horario y 45 por ruidos) y las 78 de 2022 (44 por horario y 34 por ruido), según los datos aportados por la Policía Local de León.