El año 2017 estuvo marcado por la escasez de precipitaciones en toda la cuenca del Miño-Sil, lo que obligó a la Confederación Hidrográfica (CHMS) a decretar los estados de prealerta y alerta por sequía.
El cambio de año revirtió la tendencia y trajo de vuelta las precipitaciones, especialmente copiosas en la comarca, donde el pantano de Bárcena pasó de estar a un más que preocupante 20% de su máxima capacidad en diciembre a algo más de un 80% en la actualidad.
Las previsiones en la CHMS apuntan a que las lluvias de marzo, el más lluvioso en lo que va de siglo, también continuarán en abril, por lo que desactivó las alertas esta misma semana y la Oficina de la Sequía, por el momento, no volverá a reunirse.
En cualquier caso, tras la última reunión, desde la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil reiteran que los efectos del cambio climático en las precipitaciones se están dejando notar en los últimos años y «la sequía se va a repetir», por lo que esperan que los municipios de la cuenca empiecen a tomar medidas y se preparen para nuevas épocas de escasez.
Y es que según el presidente del organismo, Francisco Marín, Ponferrada es el único municipio mayor de 20.000 habitantes que ha seguido las recomendaciones por parte de la CHMS y ha elaborado un Plan Especial de Sequía, un protocolo de actuación en caso de nueva escasez de reservas hídricas.
Así, para Marín la clave para minimizar el impacto de una nueva sequía pasa por que las administraciones públicas están preparadas en caso de que se vuelva a producir una situación que según avanzan los técnicos de la CHMS, será «más frecuente» en los próximos años.
Ponferrada, el único municipio de la CHMS con un protocolo en caso de sequía
Pese a desactivar la prealerta por las últimas lluvias y previsiones, el organismo pide medidas preventivas ya que "la escasez se va a repetir"
08/04/2018
Actualizado a
16/09/2019
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