Sus boinas magenta –recuperadas hace algo menos de una década– les hacen inconfundibles, pero su labor dista mucho de la que desarrollaban hace cuatro décadas, cuando nació la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Policía Local. Sus integrantes eran conocidos en la calle como los ‘Morano Boys’, en referencia a quien entonces era alcalde de León y a quien decidió crear esta unidad ante los problemas de seguridad en una época en la que el Gobierno daba prioridad a la lucha antiterrorista y llevaba a los mejores agentes de la Policía Nacional al País Vasco. En coincidencia con su cuadragésimo aniversario, la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Policía Local recibe este sábado el ‘Garbanzo de Plata’ que concede el Club Peñalba Casino de León como muestra de agradecimiento de la sociedad por el trabajo que llevan a cabo y que su actual jefe, José Luis Rivero, repasa en esta entrevista.
– Dirige la unidad desde el pasado verano, pero leva dos décadas formando parte de la misma y habrá sido testigo y habrá escuchado a sus compañeros más veteranos cuánto han cambiado las cosas desde aquel lejano 1985...
– Claro. Lógicamente, los tiempos han cambiado mucho desde entonces. Han cambiado las formas de trabajar de la Policía Local, pero también ha cambiado la sociedad y ha cambiado el funcionamiento de la unidad desde el punto de vista interno. En el año 1985 se creó acorde a unas necesidades especiales que tenía la ciudad en aquel momento y que son muy diferentes a las que podemos detectar ahora mismo. Los tiempos cambian y lógicamente todos debemos adaptarnos a nuevas situaciones en todos los trabajos. La unidad se hizo en aquellos tiempos y preferiblemente se trabajaba de noche. Estaba compuesta por dos mandos, que eran dos oficiales, y 18 agentes. Empezaron a trabajar en turnos de noche. ¿Qué quiere decir esto? Que en 1985 había que dar prioridad a la noche. Los problemas que tenía la ciudad en aquellos años hacía necesario un refuerzo en seguridad ciudadana durante las noches. En la actualidad, se trabaja de mañana, tarde y noche. No sólo se da prioridad a la noche. Ahora somos cuatro mandos, aunque dos están en puertas de su jubilación, y la unidad consta de 44 agentes.
– Los conocidos como ‘Morano Boys’ surgieron entonces casi como una terapia de choque ante problemas importantes de prostitución y tráfico de droga en las calles…
– Así era. Por eso, cuando se decidió crear esta unidad especializada, León era una ciudad donde había inseguridad y se detectaban problemas que ahora mismo no existen o no se dan con la misma intensidad que en 1985. Ahora hay otros objetivos que cumplir y otras tareas que llevar a cabo y que poco tienen que ver con las de entonces.
– ¿Cómo definiría el cambio experimentado en todo este tiempo?
– El cambio es paralelo al que ha experimentado la sociedad en todo este tiempo. Han pasado 40 años y 40 años son muchos años. La sociedad ha evolucionado una barbaridad en todos los aspectos, no sólo en el ámbito del trabajo policial, pero las formas de poner en peligro la seguridad ciudadana en 1985 no tienen nada que ver con las de 2025.
– ¿Pero en qué han cambiado? ¿En qué consiste ahora su trabajo?
– La mejor explicación de lo que hacemos ahora mismo está en la Ley Orgánica 4/2015, de Protección de Seguridad Ciudadana, que introdujo una definición muy clara. Nuestro trabajo abarca toda aquella actividad dirigida a la protección de las personas y de los bienes y al mantenimiento de la tranquilidad ciudadana. Partiendo de esta definición, que deja claras nuestras funciones, tratamos de aplicar el régimen disciplinario que marca esa ley y también todas las ordenanzas que tiene el Ayuntamiento de León, como es el caso de la que vela por la protección de la convivencia. Y a ello se une el resto de tareas de la Policía Local, que se estructura en cuatro grandes unidades, pero todos tenemos las mismas competencias. Tráfico, seguridad ciudadana, ordenanzas municipales, trabajo administrativo… Funciones tenemos muchas. Nuestra unidad se centra en la seguridad ciudadana y funciona en horario de mañana, tarde y noche. En el caso concreto de la noche, las patrullas son de la Brigada de Seguridad Ciudadana, aunque también hay un equipo de Atestados en la Unidad de Tráfico por si hay accidentes y para realizar pruebas de alcoholemia y consumo de drogas. De noche, lógicamente, se hace más incidencia en la seguridad ciudadana, porque hay menos tráfico, no hay atascos y sí otros problemas. Mientras, por el día trabajamos más ordenados. Cuando una llamada entra en la sala de transmisiones, los compañeros la derivan a la patrulla especializada en cada caso. Si hay un accidente, se deriva a la Unidad de Tráfico. Si hay un robo, se deriva a la Brigada de Seguridad Ciudadana. Si una de esas patrullas está ocupada, la llamada es atendida por cualquier otra, porque las competencias son iguales para todos.
– Viendo las actuaciones que realizan cada día en la calle, ¿qué es lo que más le preocupa desde el punto de vista de la seguridad ciudadana?
– Partimos de la base de que León es una ciudad muy segura. Los ciudadanos de León se tienen que sentir tranquilos cuando salen de sus domicilios y están en la vía pública, porque nuestra ciudad es muy segura. Y la Policía Local tiene muchas patrullas en la calle. No voy a hablar durante el día, tanto de mañana como de tarde, porque hay tres o cuatro de la Unidad de Tráfico, tres o cuatro de proximidad, y tres de la Brigada de Seguridad Ciudadana, además de la Unidad de Atención a la Familia. Y la noche nos lleva a sacar cuatro o cinco patrullas de la Brigada de Seguridad Ciudadana. Es un volumen importante de indicativos para estar en la calle y garantizar la tranquilidad de los ciudadanos.
– ¿Pero qué es lo que más me preocupa ahora mismo?
– Los fines de semana actuamos mucho en la zona del casco histórico, pero es algo que no sólo ocurre en León. En todas las ciudades que tienen una zona de ocio tan marcada, cuando llega el fin de semana, hay muchos locales con actividad nocturna y la gente sale divertirse. Y hay gente que vive en esas zonas, por lo que intentamos hacer compatible el derecho que tienen los propietarios de los establecimientos para trabajar con el que tienen los ciudadanos al descanso en sus casas. Es una tarea muy compleja. Nosotros incidimos mucho, porque estamos muy concienciados con el descanso de los ciudadanos. No hay nada peor que no poder descansar en tu propia casa. Ese aspecto me preocupa mucho y por eso procuramos intensificar la presencia en las calles, hacemos un control exhaustivo de los horarios de cierre y de la música en los establecimientos, pero no podemos restringir el derecho que tienen los ciudadanos de estar en la vía pública. Es un tema que me preocupa, porque muchas veces sentimos impotencia ante todas esas demandas de los ciudadanos que viven en el casco histórico, ya que no podemos resolverles el problema real. Podemos poner medios para tratar de paliar esas situaciones, pero no podemos resolver ese problema. Realizamos campañas y nos hemos reunido también con los vecinos de Santisteban y Osorio, donde también hay discotecas, porque es una cosa que me preocupa y estamos buscando cómo intensificar la presencia en esa zona, vamos a hacer unos controles los fines de semana a la hora de cerrar los locales para intentar que la gente sale, con un poco de alcohol y en grupos grandes, se vayan retirando rápidamente, pero se trata de un tema complejo y difícil que me preocupa mucho.
– ¿Cómo valora la coordinación con el Cuerpo Nacional de Policía?
– Es buena, siempre lo ha sido. Nosotros estamos trabajando en la calle y ellos también. Todos remamos en la misma dirección y por eso no puede ser de otra manera. La coordinación es buena. En todo caso, partimos de la base de que ellos son competentes en materia de seguridad ciudadana y orden público. Y nosotros colaboramos con ellos y realizamos nuestros planes y nuestras actuaciones, pero la coordinación con ellos, cuando llega el momento, es máxima. Atendemos los requerimientos que nos hacen, trabajamos conjuntamente en la calle y cooperamos con ellos en todo lo que nos piden.
– Se oyen peticiones sindicales para que cuenten con pistolas táser, espráis de defensa y escudos balísticos. ¿Están bien dotados de material?
– Sí. Hombre, cuanto más dotados estemos y mejores materiales manejemos, siempre va a ser más positivo, pero tenemos una uniformidad que es buena, unos vehículos que también lo son, las instalaciones del CHF se han mejorado y tenemos todos los equipos necesarios para trabajar. No nos podemos quejar, pero todo lo que venga a mayores, es bienvenido. En cuanto a las pistolas táser, tenemos un encargado de tiro y armamento que debería ser quien concretase las necesidades en esta materia.
– ¿Tienen cerrado el balance de actividad del pasado año?
– Podríamos hablar de los datos de estas cuatro décadas, pero al principio no se registrarían como ahora, cuando todas las actuaciones en la vía pública se reflejan en una base de datos. La sociedad ha cambiado y también lo ha hecho la forma de trabajar. En cuanto al pasado año, se han contabilizado un total de 14.161 intervenciones con 41.000 identificados, 255 detenidos, 4.354 servicios humanitarios y 1.557 denuncias. La Brigada de Seguridad Ciudadana tiene una sección que es la oficina de denuncias y atención al ciudadano, que se encuentra en San Marcelo. Somos una de las pocas policías locales que cuenta con esta sección y mucho menos en el año 1988, que fue cuando se creó. Todos estos datos reflejan el importante compromiso de la Policía Local con la ciudad de León. Somos un servicio público de ayuda al ciudadano. Antes hablábamos de lo que me preocupa y nos centrábamos en el casco antiguo, pero también me inquieta el servicio que damos al ciudadano y que debe ser de calidad en todos los aspectos. Cuando se entrevista con una patrulla, el ciudadano quiere recibir un trato de calidad. Me preocupa mucho y creo que lo estamos haciendo bien. Fruto de todo ello, creo que los leoneses y las leonesas son conscientes de la tarea que realiza la Policía Local. Habrá excepciones, como en todo, pero ven las tareas que realizamos y la implicación que tenemos hacia la ciudad.
– Hablábamos de cómo ha evolucionado la sociedad en estos 40 años. Viendo a los jóvenes actuales, ¿cómo cree que evolucionará en el futuro?
– Hay una palabra clave en todo esto: prevención. Es otra de las funciones de la Policía Local. Desde la Unidad de Atención a la Familia, el Grupo Paidós hace un trabajo muy intenso de prevención con los menores. Dan charlas en los colegios, hablan con los jóvenes… Se trata de que vayan entendiendo lo que implica vivir en sociedad, lo que pueden hacer y lo que no. Y ese trabajo lo hace muy bien el Grupo Paidós, que siembra ahora para recoger en el futuro.