Oficialmente, las fuentes socialistas consultadas prefirieron quedarse en garantizar que “no habrá vetos” a los nombres que propongan uno y otro partido, a diferencia de lo que ocurrió en la negociación de julio, cuando el PSOE se negó a que Iglesias entrara en el Consejo de Ministros. Por su parte, en Podemos entienden que “lo natural” es que el líder de su partido ocupe dicha posición.
El acuerdo se firmó en el salón de gala del Congreso de los Diputados. Sánchez, sonriente, destacó el momento “ilusionante e importante” de la firma del acuerdo con el líder de Unidas Podemos. Señaló además que el compromiso de ambas formaciones tras las elecciones “era propiciar una propuesta para el desbloqueo” porque la gobernabilidad "lleva muchos meses bloqueada”. El líder socialista, tras la firma con Iglesias, comentó que se trata de un “acuerdo de legislatura” para cuatro años. El Ejecutivo, dijo, se abordará después y se aprovecharán “los perfiles más idóneos”.
Sánchez agradeció la disposición de Iglesias para fraguar este “acuerdo de legislatura”. “Este nuevo gobierno va a ser rotundamente progresista, porque estará integrado por fuerzas progresistas, PSOE y Unidas Podemos, y porque va a trabajar por el progreso de España y de todos y cada uno de los españoles. No cabrá en el espíritu del odio y la confrontación entre españoles”, remachó.
Por su parte, Iglesias recordó sus palabras de la noche electoral, cuando dijo tras conocer los resultados que el Gobierno de coalición era “una necesidad histórica”. “Me complace anunciar que hemos alcanzado un preacuerdo para conformar un Gobierno de coalición progresista en España, que combine la experiencia del PSOE con la valentía de Unidas Podemos”, que utilice el diálogo para afrontar la crisis territorial y “la justicia social como mejor vacuna contra la extrema derecha”.
Quiso “agradecerle a Pedro Sánchez su generosidad y su disposición para construir un Gobierno con nosotros” y subrayar que es “tiempo de dejar atrás cualquier reproche y trabajar codo con codo en la tarea histórica e ilusionista que tenemos por delante”. Finalmente, afirmó que para él es “un verdadero honor poder trabajar desde el Gobierno para mejorar la vida de nuestros compatriotas, pudiendo cumplir así el objetivo con el que nacimos”.
Además, atestiguó que “Pedro Sánchez sabe que podrá contar con toda nuestra lealtad y que vamos a dejar lo mejor de nosotros en este Gobierno”, resaltando que ahora habrá que buscar el apoyo de otros grupos parlamentarios para sacar adelante la investidura.
El preacuerdo
El texto firmado establece que el Gobierno progresista de coalición” se regirá por “los principios de cohesión, lealtad y solidaridad gubernamental, así como por el de idoneidad en el desempeño de las funciones”. De este modo, sus “ejes prioritarios” serán “consolidar el crecimiento y la creación de empleo, combatir la precariedad del mercado laboral” y “garantizar trabajo digno, estable y de calidad”.
Ambos partidos se comprometen a trabajar también por “la regeneración y luchar contra la corrupción”, “proteger los servicios públicos, especialmente la educación -incluyendo el impulso a las escuelas infantiles de cero a tres años-, la sanidad pública y la atención a la dependencia”.
Además “blindarán las pensiones de nuestros mayores”, asegurando la sostenibilidad del sistema público de pensiones y su “revalorización conforme al coste de vida”. También se comprometen a garantizar la vivienda “como derecho y no como mera mercancía”, a “apostar por la ciencia como motor de innovación económica y dignificar las condiciones de trabajo del sector”, a “recuperar talento emigrado” y a “controlar la extensión de las casas de apuestas”.
El acuerdo también incluye compromisos para luchar contra el cambio climático, a partir de la “transición ecológica justa, la protección de nuestra biodiversidad y la garantía de un trato digno a los animales”. A su vez, los firmantes se esforzarán por “fortalecer a las pequeñas y medianas empresas y a los/as autónomos/as”, “impulsar la reindustrialización y el sector primario”, “facilitar desde la Administración las bases para la creación de riqueza, bienestar y empleo, así como el impulso digital”.
Impulsarán el “reconocimiento de la dignidad de las personas como el derecho a una muerte digna, a la eutanasia, la salvaguarda de la diversidad y asegurar España como país de memoria y dignidad”. También defenderán la “cultura como derecho y combatir la precariedad en el sector”. Sin olvidar fomentar el deporte como “garantía de salud, integración y calidad de vida”. También garantizarán “la seguridad, la independencia y la libertad de las mujeres a través de la lucha decidida contra la violencia machista, la igualdad retributiva, el establecimiento de permisos de paternidad y maternidad iguales e intransferibles, el fin de la trata de seres humanos con fines de explotación sexual y la elaboración de una Ley de igualdad laboral” y “revertirán la despoblación”, con un “apoyo decidido a la llamada España vaciada”.
Por otro lado, ambos partidos trabajarán para “garantizar la convivencia en Cataluña” y la “normalización de la vida política”. Con ese objetivo, “se fomentará el diálogo” a partir de la búsqueda de “fórmulas de entendimiento y encuentro, siempre dentro de la Constitución”.
El acuerdo también indica que “se fortalecerá el Estado de las autonomías para asegurar la prestación adecuada de los derechos y servicios de su competencia”, garantizando “la igualdad entre españoles”. Por último, en el texto se indica que “la evaluación y el control del gasto público es esencial para el sostenimiento de un Estado del bienestar sólido y duradero”, un compromiso significativo teniendo en cuenta que lo firma el líder de Podemos, que siempre ha criticado la estabilidad presupuestaria y la reforma del artículo 135 de la Constitución que la consagra.