Cada 21 de noviembre se celebra el Día Mundial de la Espina Bífida, una fecha para poder dar a conocer más las consecuencias y en qué consiste una enfermedad congénita que afecta a entre 8 y 10 de cada 10.000 nacimientos. Así lo explica el neurocirujano del Complejo Asistencial Universitario de León, Antonio Mostaza, quien detalla que esta anomalía «es una de las más frecuentes del mundo». Se trata de «una malformación del tubo neural, de los cuales más de la mitad de ellos están afectados por espina bífida o mielodisplasia, que ocurre entre la tercera y cuarta semana de desarrollo embrionario».
Mostaza explica que esta enfermedad tiene lugar «a partir de una placa pequeña especializada de células a lo largo de la espalda del embrión y sucede en las dos primeras semanas de vida intrauterina y es producida por el cierre parcial de los pliegues neurales y fusión defectuosa de los arcos vertebrales, siendo considerada una de las anomalías más importantes dentro del grupo de los defectos del tubo neural».
«La incidencia de espina bífida se ha estimado en uno a dos casos por 1.000 habitantes, y ciertas poblaciones tienen una incidencia significativamente mayor basada en la predilección genética», asegura este neurocirujano del Hospital, que detalla que «a pesar de que en los últimos años ha descendido ligeramente, fundamentalmente gracias al uso del ácido fólico en la planificación del embarazo y a las campañas de prevención dirigidas a los profesionales sanitarios, en España hay 19.272 personas, lo que supone un 0,51 % del total de personas con discapacidad de este país».
Mostaza explica que, según los datos de la Encuesta de Discapacidades, Autonomía personal y Dependencia, realizado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), «parecen ser las mujeres las más afectadas por esta discapacidad (en un porcentaje de 62 % -38 %)». «Más del 50 % de las personas afectadas por espina bífida están en edad de trabajar, mientras que cuatro de cada diez afectados tienen más de 66 años, lo que demuestra que los avances médicos han permitido que los discapacitados con espina bífida lleguen a la edad adulta y, con calidad de vida», especifica Mostaza, quien sitúa en Andalucía, Cataluña y Valencia las comunidades con una mayor incidencia de esta anomalía.
En cuanto a las causas, el experto del Hospital resalta que «existe todavía cierto desconocimiento». «Al igual que sucede con muchos otros problemas, la espina bífida parece ser el resultado de una combinación de factores genéticos, raciales y ambientales, como antecedentes familiares de defectos del tubo neural», afirma Mostaza, quien destaca también que «la investigación indica que el folato puede reducir la incidencia de los defectos del tubo neural en aproximadamente un 70 % y también puede disminuir su gravedad cuando se producen».
"Gracias a los grandes avances en las intervenciones médicas y quirúrgicas en los últimos 40 años, los niños que nacen con espina bífida hoy llevan una vida prácticamente normal", asegura Mostaza, quien destaca que "de acuerdo con la Asociación de Espina Bífida, aproximadamente 90 % de los niños afectados por el defecto viven hasta la edad adulta". "Además, alrededor del 80 por ciento tienen una inteligencia normal y la mayoría de estos niños les va bien en la escuela, y muchos están involucrados en actividades deportivas modificadas", agrega este neurocirujano del Hospital.
¿Qué es la espina bífida?
Este miércoles se celebra el día mundial de esta anomalía congénita que afecta a entre 8 y 10 de cada 10.000 nacimientos
21/11/2018
Actualizado a
19/09/2019
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