El último de los testigos que declaró este martes en el juicio contra Pedro Muñoz fue el hombre que les ayudaba con las labores de la finca de Toreno en la que ocurrieron los hechos, Gustavo. Él y su mujer fueron los primeros en llegar tras el supuesto accidente que sufrió Raquel Díaz, antes incluso de que lo hicieran los servicios de Emergencias. Fue Pedro Muñoz quien lo llamó y le dijo que necesitaba su ayuda, «que no sabía qué había pasado» y que Raquel «se había caído». Fue a la casa con su esposa y cuando llegó a ella Raquel estaba tendida en el suelo, colocada en posición de seguridad lateral, y vio que «salivaba y respiraba» y que tenía «paños ensangrentados en la cabeza». Pedro Muñoz, dijo, estaba pendiente del teléfono porque en esa sala había «poca cobertura». Poco después llegó la hija del acusado, «más o menos cuando llegó la ambulancia», afirmó. Volvió a ver a Raquel el día que se hizo la reconstrucción de los hechos porque él fue el encargado de abrir la finca a los agentes y afirmó que cuando habló con ella le dijo: «¿Qué me hizo, Gus?». Y él le contestó «no lo sé».
Los abogados le preguntaron por la limpieza que se hizo en la casa después, a lo que respondió que ocurrió cuando Raquel estaba ya en la ambulancia, que había sangre donde ella había tenido la cabeza apoyada y «en el sitio de paso justo al lado» y que fue su mujer la que la limpió «por imagen», porque le «salió» así, pero que nadie le pidió que lo hiciera. Fuera, indicó que nadie tocó nada, que simplemente pasó la fregona en esa parte de la casa porque pensó que después sería «más difícil».
Respecto a la cantidad de llamadas que intercambió con Pedro Muñoz ese día aseguró que el motivo fue para preocuparse por el estado de salud de Raquel. Le preguntaron también por si hubo cambios en la casa, ya que según se indicó hubo dos inspecciones oculares y en la segunda de ellas los agentes «dijeron que la escena no estaba como en la primera». En concreto se refirieron a unas bolsas de basura que aparecieron con enseres de Raquel y latas de cerveza que dijo que no sabía de dónde habían salido. El día anterior le habían preguntado por ello a Raquel y subrayó que las habrían puesto, que tiempo habían tenido. Sobre Pedro Muñoz dijo que creía que no estuvo residiendo en la casa los días posteriores, pero que sí que volvió a ella, así como lo hizo él mismo y también los hijos de Pedro.
Por último, la defensa le preguntó por la ropa que llevaba Raquel cuando él llegó a la finca, a lo que contestó que iba «ligera», con una camiseta larga y una «braguita de bikini» y que la piscina en ese momento estaba todavía cerrada con una lona, que no la habían preparado para su uso.
Siguientes jornadas
La mujer de Gustavo declarará este miércoles, así como la hija de Pedro Muñoz. En total, están citados trece testigos en esta tercera jornada del juicio, entre ellos policías locales. Tras esta sesión, el jueves será el turno de dos testigos más y dieciséis testigos-peritos, entre los que figuran médicos y agentes de la Guardia Civil. El viernes están llamados veinte peritos, con forenses y psicólogos y, por último, el próximo jueves, día 21, el procedimiento llegará a su fin con las conclusiones e informes.