De hecho, asegura que la intención será rebajar incluso las plazas iniciales que solicitaba la concesionaria Dornier, unas 174, todas ellas, en el entorno del centro comercial donde asegura que la diferencia es "de caminar 15 segundos a minuto y medio". Pero además asegura que en toda la ciudad hay 2.500 plazas de la ORA y en los alrededores del Rosal hay 2.000 plazas de aparcamiento libre.
"No debemos levantar a un barrio sin conocer exactamente lo que hay", dijo. Aseguró que ya había hablado con el presidente de la Asociación de Vecinos La Rosaleda, Pedro Villanueva y este miércoles lo hará formalmente. Pero sí deja claro que, si esa introducción no se produce, tampoco se podrá dar el paso de cambiar 600 plazas de aparcamiento de zona azul a naranja en el centro, lo que habían solicitado para revitalizar el comercio en esa zona.
IU dice que la medida es "errónea en todos los sentidos"
Por su parte, IU considera que se trata de una iniciativa “errónea en todos los sentidos” puesto que no tiene la utilidad que se dice que se busca de incentivar el comercio en el centro de la ciudad. El coordinador de la formación, Javier Arias, considera que el objetivo es adoptar para Ponferrada el modelo de la ciudad asturiana Mieres, donde los parkímetros devuelven el dinero.Para Arias es “aberrante” que el dinero recaudado por la zona azul acabe en una empresa privada en vez de repercutir en el Ayuntamiento, algo que calificó de “privatización del espacio público”.
“La única manera de aumentar el comercio es la creación de puestos de trabajo", dice en nota de prensa.