Dialogo, “corrección institucional” y reivindicación con firmeza, más allá del cauce epistolar. José Luis Sanz Merino (Escalona del Prado, Segovia, 1961), consejero de Movilidad y Transformación Digital, tiene en su agenda modernizar las infraestructuras, batallar por un modelo de transporte que no abandone a la población rural, y aprovechar todo el potencial del Corredor Atlántico, que, a su juicio, ofrece una oportunidad para vertebrar y “construir comunidad más allá de los sentimientos”, por lo que rechaza los postulados localistas y la política de “campanario”, que sólo vislumbra de lo que le rodea. En una entrevista a Ical esta semana, esboza sus compromisos para este “sprint final” de la legislatura, en el que no deja claro si habrá nuevos presupuestos, y plantea una larga lista de proyectos a los ‘óscar’, los ministros Puente y López, a quienes ofrece “colaboración” desde la lealtad, pero también que traten “de forma desigual, las diferentes situaciones con el fin de priorizar a territorios como Castilla y León.
Ha llegado al cargo superado el ecuador de la legislatura. ¿Siente que se enfrenta a una contrarreloj para cumplir con el programa de gobierno?
Mi objetivo es dar continuidad a las políticas planteadas por mi predecesora. Yo me encuentro muchísimos proyectos lanzados y lo que vamos a hacer es intentar culminarlos. Evidentemente, el final de la legislatura es un momento de aceleración, no tanto por la cercanía de una convocatoria electoral, sino porque es un sprint final. En ese sentido, es lógico intentar dar un apretón final para lograr los objetivos de legislatura.
Las políticas de movilidad se han colado en la agenda pública en los últimos años. ¿Se puede atender al medio rural sin olvidar a las nuevas alternativas?
Queremos dar respuesta a las necesidades de movilidad de la ciudadanía, y eso lo hacemos con una política que tiene un largo recorrido como es mantener los servicios con independencia del coste a fin de dar una respuesta de carácter social. También tenemos que adaptarnos y ponernos a la vanguardia de los nuevos modelos de movilidad, sobre todo en los ámbitos urbanos y periurbanos. Y ese nuevo modelo conlleva construir carriles bici o implantar sistemas de transporte inteligente en el transporte público de viajeros.
Ha expresado su disposición al diálogo. ¿Con qué recibimiento se ha encontrado en su oferta de pacto por el Corredor Atlántico? ¿Es predicar en el desierto?
No, yo no creo que haya sido un ofrecimiento estéril, ni mucho menos. De hecho, lo ha pilotado el presidente de la Junta y parece que de entrada ha tenido cierto eco, porque los representantes de la mayoría de los grupos políticos, de los más importantes, han acudido a la convocatoria y está en estos momentos encima de la mesa un posible acuerdo sobre el Corredor Atlántico. Creemos que es una oportunidad de desarrollo y vertebración, a la vista de la experiencia del Corredor Mediterráneo, por el concepto capilar y no lineal que planteamos y que recogen de una u otra manera los reglamentos de la Red Transeuropea de Transporte (TEN-T).
Ante la próxima presentación del Plan Director del Corredor Atlántico, ¿qué reclamaciones hace Castilla y León?
Además de los nodos ya previstos, reclamamos otras infraestructuras para completar la red básica como la reapertura de la Ruta de la Plata de Plasencia (Cáceres) a Astorga (León), del Tren Directo Madrid-Burgos, de la Soria-Castejón y la finalización de la electrificación de la línea Salamanca-Fuentes de Oñoro. Creemos que ya es hora de que se aborde porque además el Gobierno portugués acaba de anunciar que para marzo quiere tener ya electrificada la parte de su ferrocarril hasta Coimbra prácticamente. Además, pedimos la mejora de servicios que pueden complementar el Corredor Atlántico en el tramo que va desde Madrid por Ávila hasta Medina del Campo y Valladolid y la solución al nudo del Manzanal, que hay que modernizar. Fue una obra de ingeniería ingeniosa e importante en su momento, pero que no se corresponde con las demandas actuales. Hay que abordarla sí o sí.
Es una larga lista…
Este conjunto de infraestructuras del Corredor Atlántico ofrece oportunidades desde el punto de vista económico, de la movilidad también, y además construyen comunidad, vertebran nuestra Comunidad, más allá de los sentimientos. Es decir, puede realmente involucrarnos a todas las personas que vivimos en esta gran comunidad a través de la conectividad, a través de las conexiones y de nuevos modelos de movilidad. Yo creo que hacen que nuestra sociedad sea avanzada, moderna, pionera y que ofrezca una tierra con oportunidades para vivir. Esto conecta con otro objetivo de legislatura, la fijación de población.
En sus competencias tendrá que ‘lidiar’ con dos ministros de Castilla y León, Óscar Puente y Óscar López. ¿Su estrategia pasa por el envío de cartas? Fue ‘marca de la casa’ de su predecesora…
El sistema epistolar se produjo porque no había manera de agendar reuniones. Yo confío en que podamos hacerlo, creo que es la manera de hacer las cosas más allá de documentar las peticiones y hay muchísimos foros y ámbitos en los que poder asentar y aterrizar las relaciones que se tengan al máximo nivel, sea el presidente de la Junta o los consejeros, en este caso el de Movilidad. Evidentemente hay que terminar documentando las cosas, pero no deberá ser el sistema epistolar el previo para poder articular esta relación normalizada entre instituciones.
¿Qué relación espera tener con ambos?
Algo que nos caracteriza a los castellanos y a los leoneses es la lealtad y la corrección institucional. Y como quiera que eso es así, nosotros la vamos a practicar. No creo que eso tenga que estar reñido con la firmeza en la reivindicación y tampoco con la colaboración. Yo quiero creer que ningún ministro que sea originario de esta tierra, de Castilla y de León, va a tener ningún interés en perjudicar a su tierra de origen, como consecuencia de una relación institucional no suficientemente engrasada. Al contrario, yo creo que es una oportunidad para tener una relación más cercana. El conocimiento personal con ambos, tanto por parte del presidente como en este caso por mí, debiera de ser un plus, un valor añadido en esa relación.
En relación al Ministerio de Transportes, ¿qué proyectos cree que Óscar Puente debe impulsar a corto plazo en Castilla y León?
El desarrollo de autovías es la principal cuestión que Castilla y León demanda en este momento del Gobierno de España. La construcción de la Autovía del Duero (A-11) está anudado a este tipo de reivindicaciones. Sabemos de los esfuerzos que se están haciendo y sabemos que son infraestructuras complejas, pero lo que pedimos es que no se ceje en el empeño y que además se de una solución a los tramos que van más retrasados. La A-60 (Valladolid y León) es una de las peticiones más claras para vertebrar la Comunidad, junto a la Ponferrada-Orense, la A-73 (Burgos-Aguilar), la del Camino de Santiago (A-12), la A-40 (Ávila-Maqueda) y la conexión internacional de Rihonor (Portugal). A todo esto, añadimos todas las infraestructuras ferroviarias anteriores.
El anuncio de Óscar López de dedicar 200 millones para el despliegue del 5G en Castilla y León, ¿le parece suficiente?
No conocemos los detalles por una vía institucional, el anuncio se hizo en un acto de partido. Bienvenido sea de todas maneras, pero tengo que hacer una reivindicación porque somos los antepenúltimos por la cola en despliegue del 5G. Sabemos que nuestra comunidad es muy grande, tiene una orografía compleja y una población dispersa, pero precisamente por eso creemos que hay que tratar de forma desigual las situaciones desiguales y en ese sentido creemos que hay que hacer un esfuerzo.
El ministro dio por cerrada la extensión de la banda ancha, ¿comparte ese análisis?
El informe que tenemos de junio de 2023 no dice eso de nuestra Comunidad. Indica que somos los antepenúltimos por la cola también en despliegue de banda ancha. Ahora mismo el mapa lo que habla es de muchas zonas blancas en Castilla y León. Si no hay una infraestructura de conectividad digital desarrollada, impulsada adecuadamente, mal podemos incorporarnos a las políticas que pretenden colocar a la vanguardia a nuestra comunidad. Así que hago una reivindicación, con lealtad, para atender a quienes peor estamos.
En el pasado la Junta pidió sin éxito al Gobierno que se hiciera cargo de los receptores satélites para la TDT
Echamos de menos una mayor implicación del Ministerio de Transformación Digital para completar el despliegue y que todas las zonas de Castilla y León puedan tener acceso a la televisión digital terrestre. Ahí estamos un poco solos. Nosotros hemos sacado una convocatoria de ayudas por 500.000 euros para aquellas zonas de difícil recepción ya verdad es que nos ha sorprendido la acogida, porque vamos a tener que ampliar el presupuesto hasta el millón de euros.
Estamos en el inicio del otoño, un periodo en el que la Junta suele planificar sus presupuestos. ¿Qué nos puede adelantar de las cuentas de su departamento para 2025?
Nosotros estamos trabajando con normalidad en la confección del presupuesto desde junio y estamos desarrollando la labor de análisis y de proyección presupuestaria. Arrastramos lógicamente compromisos para abordar obras que son muy costosas y que lógicamente se tienen que secuenciar en varios ejercicios y a la vez, las nuevas, también hay que plantearlas en próximos años. Lo que sí que quiero remarcar es el compromiso inversor de la Consejería y que ha tenido un rasgo fundamentalmente ascendente en el Gobierno de Mañueco. Hay una serie de incógnitas que quedan por desvelar y, además, la estabilidad parlamentaria que teníamos se ha alterado y esto obliga a hacer las cosas de otra manera. Si podemos aterrizar el proyecto de presupuestos pese a esas dificultades, pues estupendo. Si no es así, pues habrá que caminar con un presupuesto prorrogado.
En su departamento, ¿ve margen de maniobra para poder negociar con los grupos, por ejemplo, con visión más localista?
El planteamiento localista es respetable, sin duda, tiene su legitimidad, pero creemos que no contribuye a mejorar esta tierra. Evidentemente, hay veces que no queda otra que hablar con los grupos porque tienen intereses que hay que intentar atender, tienen sus votantes y aquí hay que gobernar para todo el mundo, pero nosotros planteamos estrategias que den respuesta a la Comunidad, no a una determinada provincia. Además sería replicar el ejemplo de la reclamación de una financiación privilegiada para Cataluña. Lo que tenemos que plantear, al contrario, son políticas que cohesionen el territorio, porque hay que pensar globalmente. La geografía de campanarios, donde desde arriba uno ve exclusivamente el paisaje que le circunda, no es ni eficaz, ni puede ser la guía de ninguna gobernanza. Al contrario, hay que ver en conjunto la situación y sacar el mínimo como múltiplo.
Al margen de que haya o no nuevas cuentas, ¿cuáles son los principales proyectos en materia viaria que están ejecutando?
Nuestro objetivo es contar con una red de carreteras más modernas y estamos embarcados en toda una serie de proyectos en las diferentes provincias de Castilla y León, algunos muy importantes como es la variante de Guardo (Palencia), pero también la de Salas (de los Infantes, en Burgos), las carreteras de Sotillo de la Adrada (Ávila) a Talavera o de Palencia hacia Potes (Cantabria). Son proyectos muy importantes que van en esta dirección y que estamos en algunos casos intentando ultimar y en otros casos lanzar para que puedan tener culminación porque los proyectos de carreteras tienen un decalaje muy importante.
¿Han decidido ya optar por la estrategia general sobre carreteras en lugar del nuevo Plan? ¿Por qué es mejor uno que otro y cuándo verá la luz?
Parece que estamos abocados efectivamente a programar de esta otra manera. Hay que utilizar otras herramientas de planificación, como las estrategias en las que el desarrollo de los proyectos no es tan singular y detallado, sino que se establecen grandes objetivos y luego se van desarrollando cada uno de los proyectos singulares. Tenemos mucho trabajo hecho que se puede incardinar dentro de este cambio de paradigma. Merece la pena, sobre todo, sentarnos y anudarnos a lo que es la realidad. No podemos hacer planificaciones tan a largo plazo porque corremos el riesgo de no ser capaces de prever multitud de circunstancias. Mientras tanto tenemos la suerte de que el plan de carreteras actual es deslizante y tenemos suficientes herramientas para poder continuar trabajando. Solo desde el inicio de la legislatura llevamos más de 300 millones de euros invertidos en materia de carreteras.
En ese nuevo documento, ¿apostarán por enterrar la construcción de grandes autovías?
Queremos hacer proyectos concretos y tienen que contemplar el escenario presupuestario que tenemos. Y ahora mismo, autovías, pues quitando un pequeño desdoblamiento en Ávila y otras ciudades, no tenemos. Si estamos estudiando alternativas de vías rápidas o de vías 2+1. Hay que estudiarlo, hay que ir viéndolo y habrá que plantear modalidades de financiación para ver en qué momento se puede se pueden abordar.
En cuanto a transportes, ¿qué características tendrán los servicios del transporte metropolitano? ¿Cuándo quiere que se estrenen?
Nuestra idea es someter a información pública los anteproyectos de explotación de los nuevos contratos durante el año 2025. Además de posibles mejoras en trayectos y expediciones, queremos implementar nuevos sistemas tecnológicos de transporte. Queremos hacer, por lo tanto, de nuestros transportes de viajeros, en este caso del metropolitano, un referente, un nuevo modelo, adaptarlo al nuevo modelo de movilidad de Castilla y León.
Tras dejar en suspenso la renovación de las concesiones del transporte interurbano, ¿hasta cuándo podrían esperar para acometer los cambios en las concesiones?
Ha habido que parar las máquinas, porque en el año 2022, después de aprobarse el mapa de transportes de Castilla y León, el Ministerio sacó un borrador que estaba en rumbo de colisión con el nuestro, que apuesta por atender al medio rural frente a los criterios de rentabilidad económica y de optimizar los tiempos de viaje. Tiene que haber una coordinación de ambos, pero no puede ser una imposición, porque nos supone incrementar el coste de una manera exponencial. Lo voy a dejar ahí, exponencial, porque estamos todavía realizando cálculos.
¿Hay margen de acuerdo entre la Junta y el Ministerio?
Nosotros creemos que este es un problema político, aunque haya una derivada técnica por ejemplo en las zonas periféricas, a caballo entre dos comunidades. Tenemos que dar un mínimo de equidad a las zonas urbanas y rurales y recomponer esa decisión al máximo nivel político, en la Conferencia Nacional de Transportes. No queremos una financiación para dos años, sino que se sufrague el coste de los servicios y que se utilice como variable el criterio de vehículo por kilómetro, no el de viajero por kilómetro.
Han reformado en los últimos años varias estaciones, algunas están en proyecto, como la de Valladolid, pero ahora le reclaman también un cambio en otras, como la de Zamora. ¿Cuándo completarán el lavado de cara de las existentes?
El principal proyecto ahora mismo es la estación de Valladolid, la que más viajeros tiene de Castilla y León, ya que pasan por ella cinco millones. Estamos ultimando el proyecto y sin solución de continuidad publicaremos la licitación, porque no admite esperas. También estamos actuando en Almazán, El Burgo de Osma y en Zamora, habrá que empezar a estudiar alguna intervención, pero estamos volcados en Benavente, porque es la actuación más urgente. En Segovia, una vez el Ayuntamiento nos ceda la parcela, habrá que abordarla.
En materia logística, la defensa de los intereses de cada provincia es fuente de enfrentamiento territorial. ¿La nueva estrategia logística puede suponer abrir la caja de Pandora?
Yo creo que hay que verlo en el sentido de la enorme oportunidad que supone el Corredor Atlántico y la logística, que está viviendo su época dorada. Bueno, se pueden hacer lecturas desde el punto de vista del agravio. Yo no voy a entrar en esa dinámica porque creo que lo que debemos hacer es, al contrario, separarnos del interés local y verlo desde el punto de vista global.
La Estrategia Logística que van a presentar, ¿qué aportará en Castilla y León?
Los planes territoriales de fomento son un poco la percha de la que colgar esto y donde la Estrategia Logística la queremos anudar para lograr sobre todo algo que es muy necesario en los últimos tiempos, el suelo industrial logístico. Lo único que queremos es que estas infraestructuras ferroviarias tengan la capilaridad suficiente en cada provincia de Castilla y León. No por un ánimo localista o provincialista, sino porque creemos que es una manera de vertebrar y de ayudar a vertebrar nuestra comunidad.
Su delegado para el Corredor Atlántico es diana de las críticas de la oposición, ¿son injustos los cuestionamientos de su figura o falta conocimiento de su trabajo?
No tengo que defender a nadie, pero supongo que el cuestionamiento obedece a algún pasado político. Es una persona adulta, avezada en cuestiones políticas y que por lo tanto tiene una capacidad suficiente. Está trabajando en este ámbito de manera muy comprometida y presta un asesoramiento esencial. Además ha tenido su propia agenda desde ese punto de vista, con hasta 24 participaciones en diferentes foros durante estos años, junto a otras de carácter informal.
Finalmente, ¿cuál le gustaría que fuera la impronta que dejara en este departamento de la Junta de Castilla y León?
Yo lo único que pretendo es cumplir con los objetivos planteados por el presidente, como es trabajar en la modernización de las infraestructuras de comunicación y de transporte, poner lo mejor de la tecnología al servicio de las personas y desarrollar una administración eficaz, cercana y transparente.