La Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL) trasladó este jueves a la Consejería de Medio Ambiente, que encabeza el leonés Juan Carlos Suárez–Quiñones, sus propuestas sobre gestión y compensación de daños al sector agrícola y ganadero, causados por la fauna silvestre, tras una reunión entre los representantes de UCCL y los directores de Patrimonio Natural y Política Forestal, José Ángel Arranz, y de Infraestructuras y Sostenibilidad Ambiental, José Manuel Jiménez. «El incremento de daños causados por especies silvestres, tanto en nuestros cultivos como en nuestras ganaderías, es un hecho que viene produciéndose en nuestro sector y que causa una gran indefensión», lamentaron.
«La proliferación de especies como topillos, conejos, lobos, ciervos, jabalíes y buitres, unos cinegéticos y otros no, está propiciando un incremento de daños que no encuentra compensación para agricultores y ganaderos que se ven obligados a ser los mantenedores de estas especies», esgrimieron desde la organización agraria autonómica.
«A ello debemos sumar la puesta en peligro, tanto de la sanidad animal como de la humana, y los numerosos accidentes de tráfico provocados por este incremento desmesurado de las especies que no está siendo controlado de forma natural. Proponemos, por tanto, y fundamentalmente, que se realice un mapeo de Castilla y León, estableciendo las zonas de tensión por presencia desmesurada de estas especies silvestres, y adoptando las medidas necesarias para su corrección, incluyendo la responsabilidad de cada titular a la hora de ejecutarlas ( titulares de infraestructuras, cotos de caza, ayuntamientos, administración autonómica y estatal», argumentaron.
Respecto a las evaluaciones de impacto ambiental exigidas para la tramitación de concesiones de riego de la Confederación Hidrográfica del Duero, desde UCCLsolicitaron que no sea necesaria esta evaluación cuando el expediente de CHD no suponga ni incremento de hectáreas ni de dotación de agua. «Estamos hablando de la rotación de cultivos, que utilizan la misma cantidad de agua y número de hectáreas pero que cada año rotan las hectáreas en un perímetro, una práctica medioambientalmente favorable», concluyeron.