Reconocimiento a 51 años de labor social, cultural y religiosa en Coyanza

El párroco Salvador Valbuena Turienzo fue nombrado este jueves por la tarde Hijo Adoptivo de Valencia de Don Juan por su contribución al desarrollo del municipio ante un salón de plenos abarrotado

13/03/2025
 Actualizado a 13/03/2025
Foto de familia de Salvador Valbuena Turienzo junto con la corporación municipal de Valencia de Don Juan. | A. RODRÍGUEZ
Foto de familia de Salvador Valbuena Turienzo junto con la corporación municipal de Valencia de Don Juan. | A. RODRÍGUEZ

Reconocimiento y agradecimiento por 51 años llenos de entrega, servicio y dedicación a la sociedad coyantina con la gran voluntad de contribuir al desarrollo del municipio de Valencia de Don Juan desde el punto de vista social, cultural y religioso.

El párroco de Valencia de Don Juan, Salvador Valbuena Turienzo, fue nombrado este jueves por la tarde como Hijo Adoptivo de la ciudad por el Ayuntamiento en un acto celebrado ante un salón de plenos abarrotado donde el sacerdote recibió el cariño de todos sus feligreses, vecinos y amigos. 

Un reconocimiento que la corporación municipal consideraba «necesario» con la dedicación de un Pleno exclusivo y monográfico «debida a la gran labor social y cultural realizada en el municipio por Salvador Valbuena Turienzo».

Nacido en la localidad de La Sota de Valderrueda el 7 de julio de 1945, Salvador Valbuena Turienzo Se ordenó sacerdote en 1970 y no llegó a Valencia de Don Juan en 1973, incorporándose a la comunidad religiosa de la comarca como colaborador de Valencia de Don Juan y administrador de la parroquia de Alcuetas, prestando su incondicional ayuda a Manuel González, párroco y a Marcos Puente, coadjutor. Aproximadamente un año después, Manuel González, se retiró, dando paso a Salvador Valbuena como nuevo párroco de Valencia de Don Juan en el año 1974 hasta la fecha donde ha estado al servicio de todos los coyantinos. 

Ricardo Barrientos haciendo entrega a Salvador Valbuena del diploma. | A. RODRÍGUEZ
Ricardo Barrientos haciendo entrega a Salvador Valbuena del diploma. | A. RODRÍGUEZ

Enorme contribución

Un total de 51 años de dedicación por Coyanza y sus gentes actualmente con mucho trabajo a sus espaldas, ya que en sus inicios fue el fundador de la Cruz Roja en la localidad y, al poco tiempo, consiguió la primera ambulancia operativa en al zona; puso en funcionamiento el polideportivo; a mediados de los años 80 impulsó la construcción del salón parroquial y de la vivienda para las religiosas Dominicas de la Anunciata; fue el promotor de la residencia de la tercera edad Virgen de Loreto en 1994 cuando no había en la zona ningún tipo de este servicio y se ha consolidado hasta celebrar el pasado 2024 su 30 aniversario; además de su esfuerzo para recaudar fondos para la restaurar la fachada y le interior de la parroquia de San Pedro Apóstol o la más cercana construcción de la iglesia del Salvador en 2018 y finalizada en 2020 para ahorrar costes y ofrecer un lugar más pequeño y acogedor a los feligreses que van a misa entre semana.

Un nombramiento de Hijo Adoptivo de Valencia de Don Juan que Salvador Valbuena Turienzo aseguró recibir de forma «inesperada» pero que «es una pequeña recompensa a lo duro que he trabajado por esta localidad». «En este tiempo ha habido de todo, cambios sociales, políticos y religiosos… No se me olvida el cambio drástico que pasamos en aquella época a finales del franquismo», reconoció.

En su memoria desde el punto de vista social, remarca la «explosión» de la zona ante el conflicto de la instalación de la central nuclear en 1975, además del «impactante cambio de ser un pueblo rural a un lugar de veraneo para numerosos asturianos».

Por ello, confesó su «enorme satisfacción y alegría» por recibir este nombramiento «que demuestra que mi trabajo en el tiempo no ha pasado desapercibido», a la par que agradeció todo el «cariño» que siempre ha recibido por los coyantinos.

En el pleno, tras la aprobación por unanimidad del nombramiento de Salvador Valbuena Turienzo como Hijo Adoptivo, el alcalde, Ricardo Barrientos, hizo entrega al sacerdote del diploma que le acredita con dicha distinción asegurando que «hablar de Valencia de Don Juan en los últimos 50 años no se concibe sin su presencia».

El salón de plenos estaba lleno de vecinos arropando al sacerdote. A. RODRÍGUEZ
El salón de plenos estaba lleno de vecinos arropando al sacerdote. A. RODRÍGUEZ

 

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