La lluvia deslució la Semana Santa tanto en la calle –con las suspensión de numerosas procesiones– como en la caja de la inmensa mayoría de los alojamientos, bares y restaurantes de la provincia de León. Sin embargo, ello no ha impedido que el turismo alargue el momento dulce que ya vivió el pasado año y siga creciendo a golpe de récord.
Es la principal conclusión que puede extraerse de los datos de coyuntura hotelera que publica en Instituto Nacional de Estadística (INE) y que deja un primer trimestre con el mejor balance de la serie histórica, que arranca en 1999 y refleja por tanto ya la trayectoria del sector durante 26 años, tal y como puede comprobarse en las tablas que acompañan a esta información.
Entrando al detalle, cabe referirse en primer lugar al número de viajeros y el primer trimestre ha dejado un total de 141.756, lo que supone un incremento del 9,6% en comparación con los 129.302 referidos al mismo periodo del pasado ejercicio. Y también puede observarse una evolución positiva en el caso de las pernoctaciones. En este sentido, los datos del INE reflejan entre los meses de enero y marzo un total de 241.641 tras un aumento del 16,2% con respecto a las 207.978 del arranque de 2023.
En todo caso, cabe recordar que entonces la Semana Santa cayó en abril y que este año ha sido en marzo, lo que contribuye claramente al incremento que se observa al establecer la comparativa entre ambos periodos.
Y también se observa un comportamiento relativamente positivo en los datos de la que sin duda sigue siendo la gran asignatura pendiente en la provincia de León. Se trata de la estancia media, que sube ligeramente pero sigue sin permitir que dejemos de ser mayoritariamente un destino de paso.
Concretamente, el análisis de los datos del INE permite concluir que la estancia media en los alojamientos hoteleros de la provincia –en esta categoría se incluyen hoteles, apartahoteles, moteles, hostales, pensiones, fondas y casas de huéspedes– durante el primer trimestre del año fue de 1,7 días, lo que supone un incremento de una décima con respecto al mismo periodo del pasado año, que se situó en 1,6 días.
Pese a esta exigua mejoría, es preciso recordar que la estancia media había experimentado un notable incremento después de los peores momentos de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus. Concretamente, entre enero y marzo del año 2021, los turistas que se alojaron en los hoteles de la provincia de León registraron una estancia media que se situó en 2,1 días.
De todos modos, cabe recordar que entonces la cifra de visitantes era sensiblemente inferior (33.535) y lo mismo ocurría con las pernoctaciones (73.362), ya que seguía habiendo restricciones y muchos viajeros se negaban todavía a hacer las maletas. Pero lo cierto es que los que apostaban por intentar volver a la normalidad cuanto antes pasaban más tiempo en los hoteles leoneses.
Superar los dos días de estancia media ha sido tradicionalmente el reto al que se enfrenta el sector turístico leonés, pero parece que el fin de la pandemia nos ha vuelto a dejar bastante lejos de poder alcanzarlo.
En todo caso, pese a que es siempre hay margen de mejora y aspectos que trabajar, el balance es francamente positivo. Y ya lo decían en el año 1968 Paco Martínez Soria, José Luis López Vázquez o Antonio Ozores. El turismo es un gran invento. Se trataba de la inolvidable película dirigida por Pedro Lazaga, pero lo cierto es que su título se ajusta perfectamente a la realidad actual que se vive en la provincia de León.