La red de calor sostenible –un proyecto energético y medioambiental que abastecerá de calefacción y agua caliente sanitaria a 28.000 viviendas y 150 edificios del sector terciario, además de generar hidrogeno verde para movilidad y usos industriales de la ciudad de León– sigue dando pasos sobre el papel con el objetivo de que su primera fase pueda estar operativa durante el primer semestre de 2027.
Así lo explican a este periódico fuentes de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta, que impulsa el proyecto a través de la empresa pública Somacyl con una inversión que ascendería a 96,8 millones de euros (IVA incluido).
Se trata de una infraestructura que con lleva una lenta y compleja tramitación administrativa que comenzó a finales del año 2022, cuando el Ayuntamiento de León comenzó a gestionar la concesión demanial de las 22 hectáreas de terreno del barrio de Puente Castro (cerca del cementerio) en las que se ubicará el parque de energías renovables que abastecerá la red de calor.
La demanda de los edificios
Ahora, desde el departamento que encabeza Juan Carlos Suárez-Quiñones explican que ya se ha realizado el estudio de demanda de cada edificio de la ciudad y que se han redactado los proyectos básicos de todas las plantas que formarán parte del citado parque de energías renovables (biomasa, biogás, energía solar fotovoltaica e hidrogeno).
Además, la Junta ya tiene el proyecto constructivo para proceder a la urbanización de los terrenos cedidos por el Ayuntamiento con todos sus viales interiores y sus conexiones de servicios (abastecimiento, saneamiento, iluminación y comunicaciones), además del ramal de salida de la red de calor hasta llegar al barrio La Lastra después de cruzando el río Torío por una nueva pasarela que también servirá para uso peatonal. Además, está previsto que se mejorará el acceso a la parcela del parque y que se cree una senda verde.
Y la Junta también ha concluido los exhaustivos estudios ambientales que requiere la ejecución de la red de calor, por lo que ahora los esfuerzos se centran en la tramitación de los pertinentes permisos urbanísticos y ambientales. En paralelo, se están redactando los proyectos constructivos de las plantas de biomasa, biogás, energía solar fotovoltaica e hidrogeno, así como de la primera fase de las tuberías de la red de calor. El objetivo es que las obras puedan dar comienzo durante la segunda mitad del año que viene.
La red de calor es un importante proyecto energético que supondrá el apagado de cunas 1.200 calderas y chimeneas de combustible fósil. Su puesta en marcha permitirá a los usuarios un ahorro de entre el 15 y el 30% de su factura energética, además de una mayor estabilidad de los precios en el futuro.
Desde el punto de vista medioambiental, está previsto que logre una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero que la Junta calcula en 86.000 toneladas de CO2 al año.
120 empleos estables
Además de mejorar la independencia energética de la ciudad, la actividad de la red de calor sostenible servirá para crear 120 puestos de trabajo estables de forma directa o indirecta. De ellos, 30 serán directos y corresponderán a la operación y mantenimiento de la infraestructura. Además, para la obtención y logística de la biomasa necesaria para su funcionamiento se crearán 90 puestos de trabajo en el medio rural, lo que contribuirá además a la prevención de incendios forestales gracias a la limpieza de los montes de la provincia.
Y a mayores, la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta estima que en las obras que se ejecutarán para la construcción del parque de energías renovables y de los 65 kilómetros de tuberías que integrarán la red de calor sostenible de la ciudad de León van a trabajar más de 250 personas.