La comunidad de regantes del Canal Alto de Villares incorporará el regadío moderno y lo hará gracias a un proyecto, prácticamente finalizado, que ha supuesto una inversión de 23,2 millones de euros, IVA incluido, que beneficiará a 2.480 regantes y 2.250 hectáreas de superficie comprendidas entre los municipios de Villares de Órbigo, Santa María de la Isla, San Cristóbal de la Polantera y Soto de la Vega. El presidente de Sociedad Mercantil Estatal de Infraestructuras Agrarias, Seiasa, Francisco Rodríguez Mulero, visitó este miércoles los trabajos, que aseguró que permitirán a la zona sumarse al regadío 4.0.
Para Mulero, la modernización del regadío en esta zona “ha supuesto un hito importante para buscar lo que estamos intentando consolidar en Castilla y León y en el conjunto de toda España: un regadío moderno, un regadío que incorpora tecnología, innovación, futuro y que supone la posibilidad de que los jóvenes puedan regar con el móvil e incorporar lo que ahora llamamos la agricultura 4.0”, en la que aseguró que es clave la innovación o el uso de “los satélites” para responder a las necesidades que destacó que “la juventud demanda”.
Desde la Junta de Gobierno del Canal Alto de Villares, su presidente, César Pan, se alegró de que la obra sea “ya una realidad” y que les permita “cambiar el concepto de labrador, de agricultor y de regante artesano a profesional”, así como que les abra la posibilidad de trabajar con otros cultivos.
“El estar aquí hoy es una gran ilusión para toda la Junta de Gobierno que peleó durante veinte años esta obra”, afirmó Pan, que recordó que la modernización era una necesidad para ellos, así como sus ganas de trabajar con otros cultivos. “La patata reina en esta comunidad y vamos a incrementar ese cultivo e implantar otros nuevos en los que ya se está trabajando un poco más a nuestra derecha, en la vega del Tuerto”.
Advirtió también que los agricultores que ocupan estas 2.250 hectáreas de cultivo no van “a poder vivir de un cereal”, sino que deben buscar “la rentabilidad” y también “estar entretenidos porque un cereal, para nosotros, viniendo de dónde venimos, con cultivos como el lúpulo, la alubia, la patata o la remolacha” –que afirmó que los mantenían «casi siempre ocupados»– implicaría «pasar de la noche a la mañana a estar desocupados e improductivos».
César Pan apostó también por “aprovechar nuestra capacidad, nuestra inteligencia y las ayudas que recibimos tanto del Gobierno como de la Junta de Castilla y León para implantar la tecnología y llevarla al máximo nivel”. En este sentido indicó que tienen “grandes profesores detrás” de ellos, y citó al subdelegado del Gobierno en León, Héctor Alaiz, quien dijo que “es un hombre experimentado en esto de la inteligencia artificial” y que, por ello, hablarán “más veces con él para ponerla en marcha y ponerla bien. Y como profesor que es, seguro que nos va a poder enseñar cómo implantar todo eso en nuestro campo”, dijo.
Por su parte, el subdelegado, también presente en esta visita, advirtió que una de las tareas que van ligadas a su nuevo cargo es precisamente la de “conocer todos los proyectos que tiene la administración general del Estado en mi provincia, en León, y un claro ejemplo es este proyecto”. Héctor Alaiz aludió a la importancia de modernizar el regadío para buscar “la eficiencia” en el uso del agua y “una buena explotación del sector primario, de la agricultura” y dio las gracias tanto a Seiasa como a Tragsa “por haber ejecutado y gestionado esta obra con éxito”.
Los trabajos
En el desarrollo de los trabajos se ha conservado la captación actual, en el azud de Santa Marina en el río Órbigo, discurriendo el agua por el Canal de Villares hasta una nueva derivación que permite conducir el agua hasta una balsa de regulación de nueva construcción y mayor tamaño, con capacidad para casi 185.000 metros cúbicos. Esta también cuenta con una red de distribución de riego a presión y un moderno sistema de telecontrol para la gestión integral de las infraestructuras.
Durante la convocatoria de este miércoles también se hizo referencia al proyecto de modernización del regadío en la comunidad de regantes de la Presa de la Tierra, que ha contado con un presupuesto de 14.751.110 euros (IVA incluido) y beneficia a 1.970 regantes que cultivan 1.350 hectáreas en los términos municipales de Benavides de Órbigo, Hospital de Órbigo, Santa Marina del Rey, Villarejo de Órbigo y Villares de Órbigo.