Repartidores de Glovo en León: "No es normal trabajar 12 horas e ir a casa con diez euros"

El cambio de modelo de negocio de la aplicación, que pasará a contratar a sus repartidores, ha sido recibido con incertidumbre en en León

07/12/2024
 Actualizado a 07/12/2024
Los autónomos actuales de Glovo esperan que el sueldo sea la más beneficiosa de sus condiciones: "En otros trabajos generas aunque estés parado, aquí no". | MAURICIO PEÑA
Los autónomos actuales de Glovo esperan que el sueldo sea la más beneficiosa de sus condiciones: "En otros trabajos generas aunque estés parado, aquí no". | MAURICIO PEÑA

"Lo que el tiempo vaya decidiendo". Afirman haberse enterado por los medios de comunicación y la incertidumbre es ahora su escenario. Los repartidores de Glovo en la capital tienen la parte trasera del Museo de León como campamento base, y la conversación allí durante estos días se centra en la decisión tomada el pasado 2 de diciembre por la aplicación de reparto de comida a domicilio de convertir a sus autónomos en trabajadores de la empresa. 

De momento, solo les queda esperar mientras desean un cambio en sus condiciones laborales, porque no tienen más información. "Me imagino que voy a trabajar menos horas, pero vamos a ganar un sueldo considerable", explica uno de los riders en León. Con la tarjeta roja entre sus manos –que le acredita como solicitante en tramitación de protección internacional– este colombiano comenzó a repartir en la capital después de haberse dedicado a la supervisión de carbones en su país natal. "Conseguir otro trabajo como ese era muy difícil", afirma. Ahora, su sueldo depende de "los días buenos y los días malos" en los que hay más o menos pedidos o "meses que se compensan con otros" porque la cantidad no es fija. Este es, sin duda, el cambio más importante y el que más desean los repartidores.

José Ángel Hernández entró a Glovo con ganas de trabajar a su ritmo y ahora se encuentra con que su tiempo vale lo justo en la aplicación: "No es normal que hagas diez o doce horas y vayas a casa con diez euros", lamenta el leonés. Por eso, estar contratado es un paso importante para mejorar su calidad de vida: "En otros trabajos generas aunque estés parado, aquí no". De la misma opinión es Ezequiel Alberto Acevedo, quien no está seguro de que el cambio sea del todo beneficioso: "No sé si van a hacer lo mismo que con la flota de JustEat y nos van a pagar menos de lo que podríamos ganar".

Un "hito" más

Las sensaciones son más o menos las mismas también dentro de los sindicatos, que celebran como un "hito" la decisión de Glovo pero insisten en que el proceso será largo. Fernando García es, además de ‘rider’, el presidente del Comité de Empresa de Glovo y el coordinador de plataformas digitales de UGT en España. Él valora la noticia como "positiva" sobre todo después de todos los procesos iniciados por los agentes sociales hace ya nueve años. "Los trabajadores y sindicatos hemos ganado docenas de sentencias, también en el Supremo, hubo que sacar la famosa ‘Ley Rider’, se modificó el Código Penal para incluir la reiteración de delitos contra los trabajadores...", enumera. Todo para conseguir que la Unión Europea se haya puesto a trabajar en la regularización de plataformas digitales, "porque no solo son los repartidores, se hace alusión a todos los soportes: de limpiadoras, de traductores, de cuidadoras...".

Ahora tienen por delante un proceso que durará "meses" en cuanto a la regularización, ya que "habrá que ver si se contrata el 100 %, con qué contrato, jornada y sueldo", y "años de juicios y discusiones", pronostica Fernando García. Asegura que la aplicación ha creado "un gran globo de fraude gigantesco", no solo con los falsos autónomos. La aplicación "siempre ha permitido que las cuentas se realquilen sin control ninguno", indica García, principalmente a extranjeros que no tienen permiso. Ahí, señala desde el sindicato, "entra la disposición de la administración a regularizar a trabajadores que efectivamente están trabajando y lo pueden demostrar con sus teléfonos". Y este es solo un ejemplo.
 
De momento, y aunque "esta es la primera pieza de un puzzle", para Fernando García, desde el Comité de Empresa, el gran triunfo es para los futuros empleados: "Que estas empresas entiendan que sus trabajadores son personas, que tienen que contratarles y que han de competir entre ellas en igualdad de condiciones".

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