El rey Felipe VI ha reivindicado que, además de un actor geopolítico, Europa debe ser "un referente moral" con "voluntad, autoridad y humildad", al tiempo que ha defendido la importancia de recodar la historia y aprender sus lecciones para forjar "un mundo mejor". Así lo ha hecho durante su discurso de inauguración de la Conferencia de Presidentes de Parlamentos de la Unión Europea, que se celebra este lunes y martes en el Palacio de la Almudaina, en Palma, donde ha pedido también reflexionar sobre los valores fundacionales de la democracia, al reconocer que "hoy la historia devuelve la peor de sus caras", porque "la guerra ha vuelto de nuevo a las puertas de Europa". Por ello, ha subrayado los valores en los que se asienta la Unión Europea, que son "la paz, la democracia, la libertad, la igualdad, la ley y el respeto a los Derechos Humanos". "Europa supo pasar de una historia de guerras a ser hoy el mayor ejemplo de integración regional con la creación de la Unión Europea. Y hoy, de nuevo, la respuesta europea frente a la guerra de Ucrania ha sido un ejemplo de unidad y de solidaridad", ha agregado el monarca.
También ha matizado que no todos los conflictos son europeos, pero sí interpelan a la conciencia como europeos, y ha dicho observar "con enorme preocupación el agravamiento de los conflictos en Oriente Medio, la crisis humanitaria y de seguridad que genera, así como los riesgos de escalada bélica regional con graves consecuencias globales".
Don Felipe ha recordado que ya tuvo ocasión de inaugurar el año pasado la primera sesión, celebrada en el Claustro de la Real Colegiata de San Isidoro de León, mismo lugar donde en 1188 se celebraron las primeras Cortes históricamente documentadas. "Los Decretos de León, que acreditaban la presencia del pueblo en la toma de decisiones, fueron reconocidos por la Unesco como el testimonio documental más antiguo del sistema parlamentario europeo", ha expresado el rey.
Sobre aquellas primeras Cortes, ha rememorado que, "entre aquellos muros, nació una nueva forma de gobernar que, tras tantas vicisitudes, evoluciones y luchas" ha llegado hasta la actualidad "como parte sustancial" de las "modernas democracias". "La transformación que esto supuso en las sociedades medievales fue considerable, porque su significado trascendió aquel compromiso, convirtiéndose en uno de los mayores legados de nuestra historia", ha continuado.
Del mismo modo, el monarca se ha referido al "contexto bélico y de desigualdad estructural" de aquel momento en que nacían los parlamentos, resaltando que se "optó por negociar los intereses en conflicto y buscar un cierto equilibrio de poder, sin recurrir al uso de la fuerza y limitando la arbitrariedad". "Basada en la premisa democrática, aquella decisión buscaba convertir desacuerdos sobre asuntos de Estado en acuerdos pacíficos que beneficiaran a todos", ha valorado.