La escasez de precipitaciones y las anomalías de temperatura, excepcionalmente altas para esta época del año, han provocado una mayor demanda de agua embalsada para atender los abastecimientos y riegos necesarios. Una situación que ha provocado un descenso continuado desde principios de abril en las reservas de los embalses de la cuenca gestionados por la CHD, cuando lo habitual es que el volumen de los mismos comience a bajar a lo largo del mes de mayo.
En la última semana, los embalses de la cuenca han perdido 43,6 hm³, destacando los 10,3 hm³ del embalse de Riaño, que atiende las demandas de riego de casi 75.000 hectáreas, la mayor extensión de toda la cuenca del Duero, y los 6,6 hm³ de Santa Teresa, embalse que abastece a la ciudad de Salamanca y a unas 30.000 hectáreas de regadío. El descenso está siendo progresivo y continuado en todos los embalses de la cuenca para atender todas las demandas de riego, manteniendo el cumplimiento del régimen de caudales ecológicos marcado por el Plan Hidrológico.
Organismo, Opas y regantes están trabajando conjuntamente para adaptarse a la situación actual, en un año con una excepcional escasez de precipitaciones a esta fecha, con el tercer mes de abril más seco en Castilla y León desde 1951, según datos de la Aemet.
Desde la CHD se está realizando reuniones periódicas con los usuarios del agua a través de las distintas Juntas de explotación para lograr una gestión sostenible del agua, especialmente con los sistemas Pisuerga y Bajo Duero, actualmente con restricciones.
Plan de sequía
Por otra parte, y según el último informe de sequía a 30 de abril, todos los sistemas de la cuenca siguen en normalidad en cuanto al indicador de sequía prolongada, mientras que el Pisuerga pasa a alerta y el Carrión y Cega entran en prealerta en cuanto a escasez, sumándose así a Bajo Duero y Torío-Bernesga.
Es esencial, de forma constante y en especial en el marco de las circunstancias meteorológicas actuales, realizar los máximos esfuerzos para utilizar el recurso agua con la mayor eficiencia posible.
Desde la CHD se sigue trabajando y abogando por una gestión sostenible para no perder ni una sola gota de agua en el marco de cambio climático actual.