Las obras para la culminación de la vía de penetración norte, conocida popularmente como ronda interior, continúan avanzando y dando pasos importantes. Esta semana ha tenido lugar el asfaltado del vial que unirá la plaza del Espolón con la calle La Palomera y que permitirá finalizar la mayor transformación urbanística de la ciudad de León en el último cuarto de siglo.
De esta forma se ve ya la luz a un proyecto que venía planificando la ciudad desde hace ya cuatro décadas y que permitirá contar con dos carriles de 3,5 metros de anchura, uno por sentido. El objetivo, un tráfico más fluido habilitando además aparcamientos en una zona en la que pocas viviendas cuentan con garaje.