Rosabel Blanco, de 37 años y natural de Montrondo, podría ser la típica banquera. Trabaja desde hace 12 años en La Caixa y dirige su sede en Boñar. Podría, pero es mucho más que eso. Decidió hacerse voluntaria durante sus estudios universitarios de Derecho en Valladolid. Desde entonces no ha parado de colaborar en distintas ONG, actualmente colabora con Asprona entre otros. El verano pasado viajó hasta Perú para ayudar a los agricultores de una de las zonas más humildes del país. El Programa de Voluntariado Corporativo de La Caixa le permitió vivir esta experiencia gracias a una de las 30 estancias que reparten anualmente en España.
¿Qué hizo que te decidieras a ser voluntaria?
Yo soy voluntaria desde hace un montón de tiempo. En mi caso es una forma de ser, de estar en el mundo y de vivir, es como me lo planteo. Hay muchas formas de ser voluntario y decir «no tengo tiempo» no es una excusa. Recuerdo un día en el que vi un documental de Greenpeace y me decidí a hacerme de alguna ONG.
¿Qué países has visitados? ¿En qué experiencias has participado?
Me gustaría participar en más experiencias. De momento el único ha sido Perú el julio pasado. Muchas personas piensan que irse a Perú es hacer casas o ayudar en los huertos, en mi caso estuve asesorándoles para que consiguiesen microcréditos, para que vendiesen sus cosechas a buen precio o para que contratasen un seguro agrario porque no sabían que existían. Mano de obra les sobra, lo que necesitan es un perfil más cualificado.
¿En algún momento has pensado en hacer una pausa?
No, no. Siempre he hecho cosillas desde que empecé, ahora participo con 2 asociaciones locales, como Asprona, además del voluntariado de La Caixa. Dicen que en el voluntariado se da mucho, pero recibes mucho más. El cariño que te da la gente no se puede pagar y la sensación con la que sales de allí es impresionante.
¿Qué experiencia ha sido la que más te ha llenado?
La experiencia internacional en Perú, fue un mes muy intenso. Madrugones, unas carreteras serpenteadas... hasta el presidente de la región vino a entrevistarse con nosotros. También dimos un discurso en la universidad, pensábamos que no iba a venir mucha gente pero acabó hasta arriba.
¿Cuál ha sido la que peor sabor de boca te ha dejado?
No ha sido mal sabor de boca, sino impotencia. Porque íbamos a ayudar a niños con una diversidad funcional muy alta y con muchos problemas. Querías trabajar con ellos y te sentías incapaz de ayudarles y de poder hacer algo con ellos.
¿Qué tipo de voluntariado es el que te gusta más? ¿Por qué?
El de acción en las propias ciudades, porque estás en contacto con la gente de al lado, con tus vecinos. Se crean lazos con la comunidad muy importantes. De esto salimos beneficiados todos; sale beneficiada la persona a la que ayudas y también nosotros, aprendes, entablas nuevas relaciones y te enriqueces.
¿A qué contribuye esta labor en tu vida profesional?
Quizás ver de otra manera la necesidad del prójimo, creces en empatía.
¿A partir de qué edad recomendarías hacer voluntariado?
Ya. Mi sobrina tiene 5 años y quiere venir conmigo a Asprona. Ella no ve ninguna diferencia, alguna vez la he llevado y le encanta.
¿Qué cualidades o qué preparación son necesarias para ejercer como voluntario?
Ante todo tiene que ser empática, que le guste ayudar. No es necesario que sea experta en ningún campo pero si que sea constante con ello. Hay mucho voluntario que va a probar un día, viene con mucha ilusión pero según pasa el tiempo ya no acude o se va olvidando.
¿Hasta cuándo planeas seguir con el voluntariado?
Hasta que el cuerpo aguante, porque lo cierto es que el sentimiento que te queda después de una jornada de voluntariado es tremenda.
Rosabel Blanco: "En el voluntariado se da, pero recibes mucho más"
Rosabel Blanco. Voluntaria de la Fundación La Caixa
25/06/2018
Actualizado a
18/09/2019
![Rosabel posa con la bandera de León durante su estancia en Perú. | L.N.C Rosabel posa con la bandera de León durante su estancia en Perú. | L.N.C](https://www.lanuevacronica.com/uploads/s1/68/74/5/webvoluntariado24618.jpeg)
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