La cocina tradicional de la provincia de León, por lo general, tiene cierta tendencia al picante, a esos platos de los que se suele decir que ‘están alegres’. Siguiendo esta costumbre, los leoneses Rosa Rodríguez y Paco Sabugo llevan unos años comercializando una salsa que empieza a ser una referencia entre los amantes del picante en la gastronomía: ‘La mujer de Pepe’.
Elaborada con ajo, aceite de oliva virgen y guindilla, todos de la huerta leonesa, esta salsa picante no deja de ganar repercusión en el panorama agroalimentario de la provincia. Las proporciones de esos ingredientes, obviamente secretas, justifican su buena aceptación en el mercado desde su registro en mayo de 2020 y el hecho de que no dejen de fidelizar nuevos clientes ante una mezcla tan única como diferente.
Rosa y Paco llevan catorce años preparando esta salsa, compartiéndola solo con amigos y sus círculos más íntimos hasta que estos, y especialmente su hijo, convencieron a la pareja de que la sacaran al mercado. Antes de ser ‘La mujer de Pepe’, esta receta familiar, que nació del gusto doméstico por el picante y de la tendencia a experimentar en los fogones de Rosa, nunca faltaba en la casa de los Sabugo Rodríguez y tampoco en las de sus amistades, con los tarros que les regalaban. «Se trata de unos ingredientes muy comunes en nuestras cocinas, los cuales, en conjunción, aportan un magnífico sabor en la boca», valora la cocinera leonesa.
Pero, ¿cuánto pica ‘La mujer de Pepe’? Paco califica la salsa como «picante, pero para todos los públicos», aunque su esposa advierte, en cuanto a las cantidades, que todo depende del umbral que cada cual tolere. «Con una cucharadita a algunos les puede resultar suficiente, mientas que otros igual creen que es poco. El picante no es un sabor, es una sensación, igual que el frío o el calor. En un momento dado tú puedes tener frío y en ese mismo momento yo puedo tener calor. Una salsa puede ser para una persona muy picante y, sin embargo, para otra estar simplemente alegre», apunta Rosa.
Versatilidad para la despensa
Esa subjetividad también queda patente en la variedad de platos en los que se puede añadir esta salsa. Su creadora considera que marida especialmente bien con la cocina tradicional leonesa, con sus guisos y sus platos de cuchara. Por tanto, ‘La mujer de Pepe’ es aconsejable tanto en cocidos y legumbres como en recetas como las sopas de ajo y de truchas, las ancas de rana, las manitas de cerdo o las patatas con carne.
El consejo de Rosa es tener un tarro del producto a mano cuando se está a los fogones «para darle a tu guiso el punto de picante que quieras». Personalmente, ella la emplea también en carnes a la plancha, barbacoas, pasta e, incluso, mezclada con mayonesa. «En una tortilla francesa, batida con los huevos, está impresionante. Entiendo que es indispensable en tu hamburguesa, en tus patatas bravas, en tus mejillones en salsa roja… A los amantes del picante yo les recomiendo que experimenten», explica la impulsora de esta salsa.
El nombre, una anécdota familiar
La denominación de la salsa también tiene una curiosa historia detrás. ‘La mujer de Pepe’ es realmente la mujer de Paco, es decir, Rosa. «Cuando la abuela de Rosa ya era mayor perdió un poco la cabeza y, un día que nos cruzamos, me dijo: Ay, Pepe, ¡qué mayores nos hacemos! Yo me llamo Paco y se lo conté a la familia y nos quedó la risa de todo eso. A partir de ahí, a su nieta la comenzó a llamar la mujer de Pepe en vez de Rosa. Es un guiño y un recuerdo a la abuela», relata Paco sobre esta anécdota familiar que sirvió para bautizar el producto.
Del mismo modo, Rosa también está satisfecha con el nombre elegido para su salsa y considera que la marca suena de lo más castizo. «Entendimos que se trata de un producto muy nuestro, muy leonés. Muy de nuestra cocina de toda la vida, de la cocina de nuestras abuelas y, por tanto, el nombre me pareció doblemente apropiado», comenta la cocinera.
Actualmente, ‘La mujer de Pepe’ se puede adquirir en tiendas de productos leoneses, pero sus promotores no descartan abrir un canal de venta online en el futuro. A pesar de que tanto Rosa como Paco tienen empleos más allá de esta aventura gastronómica, ambos están poniendo mucha ilusión en que el proyecto salga adelante y se ven reforzados por la gran acogida de la calle.
Abriendo camino en las ferias
En este sentido, la ‘alegre’ salsa de Rosa tiene cada vez mayor presencia en ferias y eventos agroalimentarios. De hecho, ‘La mujer de Pepe’ vivió una puesta de largo en la última edición de la Feria de los Productos de León. En esta cita, incluso, se realizó un taller en colaboración con el galardonado Restaurante Pablo, en el que sus chefs elaboraron varias recetas empleando esta singular mezcla: concretamente, unas patatas bravas y unas lentejas.
Rosa asegura que la participación en esta feria está siendo un punto de inflexión para su propuesta gastronómica y que «los amantes del picante quedaron encantados», principalmente el público joven. «Muchos, pero muchos visitantes, probaron la salsa para a continuación decirme: Pues no está mal. Muchas gracias, ya me lo pienso y, si eso, vuelvo. Oye, que volvían a los dos minutos, en el momento que el delicioso sabor de la salsa inundaba sus bocas», comenta la también abogada.
Al igual que el picante, en su justa medida, revitaliza tantas recetas, este proyecto ha animado las trayectorias de Rosa y Paco, quienes ya piensan en los próximos pasos a dar. ‘La mujer de Pepe’ comienza a abrir hueco en las despensas leonesas para alegrar los paladares de todos aquellos que se decidan a probarla.