El Ayuntamiento de San Andrés del Rabanedo y la Policía Nacional despliegan este fin de semana un amplio dispositivo de seguridad en Villabalter, localidad que celebra sus fiestas patronales de San Isidro. La noche en que más afluencia se prevé es la del sábado día 18 de mayo, jornada en la que Villabalter estará 'blindada'. El motivo de esta decisión de seguridad mayor a la habitual en unas fiestas patronales se debe a la batalla campal ocurrida el año pasado, que acabó en enfrentamientos con la Policía y seis personas detenidas.
La Junta Local de Seguridad del Ayuntamiento de San Andrés del Rabanedo acordó la semana pasada el dispositivo de seguridad que se desplegará durante la celebración de las fiestas de San Isidro. La alcaldesa, Ana María Fernández Caurel, y el subdelegado del Gobierno en León, Faustino Sánchez, presidieron dicha reunión acompañados por representantes del equipo de gobierno municipal, de la Guardia Civil, de la Policía Nacional, de la Policía Local de San Andrés del Rabanedo y de Protección Civil.
En el encuentro con los representantes institucionales y de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, entre otras cuestiones, se determinó que el horario de celebración de la verbena del sábado se celebrará entre las 23:00 y las 02:00 horas. Según han informado fuentes municipales, la intención es "cumplir escrupulosamente con ese horario", más corto de lo habitual en una verbena. En el caso de que no hubiera incidentes y la situación fuese tranquila, habría "flexibilidad".
Durante esa noche, todo el equipo de Policía Local en un "turno reforzado" estará presente en la zona, si bien por motivos de seguridad no se ha facilitado el número de agentes. Cabe recordar que el año pasado acudieron cerca de 4.000 personas, lo que superó las expectativas y desbordó a los agentes. Fuentes del Consistorio también han comunicado que se incrementarán los controles de alcoholemia y drogas.
Por su parte, subdelegación del Gobierno confirma que su dispositivo policial se ha coordinado "específicamente" con el objetivo de evitar cualquier tipo de altercado como el ocurrido en las fiestas del año pasado.