El Plan de Acerado, que impulsa el Ayuntamiento de San Andrés del Rabanedo, a través de la Concejalía de Urbanismo, ya ha comenzado con el objetivo claro de mejorar la movilidad y la accesibilidad.
Las obras han arrancado en la avenida de la Constitución, donde se va a colocar un nuevo tramo de aceras para darle continuidad y garantizar la seguridad del peatón. Se trata de un lugar donde la acera actual finaliza, lo que obliga a los peatones a caminar por la calzada, con el consiguiente peligro que ello conlleva. En la avenida de la Constitución los trabajos se llevarán a cabo en ambos lados de la calle.
La actuación, que se ha adjudicado a Globalia por un importe de 267.823,39 euros, pretende, en líneas generales, la supresión de barreras arquitectónicas y la adecuación de espacios públicos, con mejoras también de carácter estético, y que cuenta con financiación del Fondo de Cooperación Económica Local General 2024.
En concreto, el Plan de Acerado contempla la reparación de tramos de aceras, la colocación de pasos elevados, también para peatones, rebaje de bordillos, la mejora de medianas, la ampliación y mejora de espacios existentes destinados a los viandantes, a personas mayores y a personas con discapacidad, así como el tratamiento de intersecciones y rotondas. Se trata de un plan histórico que busca ganar espacios para el peatón y mejorar la movilidad.
Las principales obras se acometerán en el vial de la calle Azorín, entre la rotonda de los Donantes de Sangre y la rotonda del Ayuntamiento de San Andrés, así como en la avenida de la Constitución. El plazo de ejecución previsto es de seis meses y se actuará en 3.500 metros cuadrados.
El concejal de Urbanismo, Alejando Calvo, ha señalado la importancia de estas obras que mejorarán la seguridad y favorecerán la integración del peatón en el entorno. Ha destacado que San Andrés tienen una movilidad complicada, de ahí la relevancia de estas actuaciones “muy demandadas”. El edil ha puesto el acento en la gestión de los recursos obtenidos para traducirlos en obras de calado para el ciudadano, “tras años de abandono por parte de anteriores equipos de Gobierno”.
Calle Azorín
En concreto, en la calle Azorín, en el tramo del vial que cruza por encima de las vías del tren, donde actualmente no hay espacio suficiente para el tránsito de peatones, se ubicará un espacio de cemento pintado, delimitado con bolardos de seguridad. Para ello, se suprimirá uno de los dos carriles por cada uno de los sentidos con el objetivo de ganar ese espacio para la circulación de personas.
También se llegará a la localidad de Villabalter con una pequeña actuación de construcción de nueva acera en el entorno de la panadería.
Este Plan de Acerado se suma a las obras realizadas en la calle Azorín, donde, después del verano, se llevaron a cabo actuaciones para calmar el tráfico en una zona muy transitada por escolares. En concreto, la obra consistió en dejar sólo un vial por dirección, de tres metros de ancho, con una zona de aparcamiento en espiga para que los vehículos puedan estacionar marcha atrás, en batería o en diagonal, y favorecer la salida de la plaza sin generar retenciones. “Los resultados de esta obra han sido muy positivos, ganando, sobre todo, en seguridad”, ha explicado Alejandro Calvo