Es tradición que el día de San Antón, después de la celebración de la misa en honor al santo (patrón del pueblo y protector de los animales) se celebre la subasta de tartas de la esta Cofradía. Los vecinos se reúnen a la puerta de la Iglesia para participar de la subasta y para disfrutar de ella. Nunca pueden faltar la tarta del Mayordomo, ni la del juez de paz así que Dioni, que lleva cuatro años con el cargo, se mueve como pez en el agua entre los vecinos para adjudicar la suya. De Mayordomo ejerció este año José María Merino quien cerró la puja de su tarta por 120 euros. Otra se subastó por 40, una más por 100 y la última por 75 euros. Conforme las tartas se van subastando, los adjudicatarios se la pagan a la Cofradía antes de volver a casa con las manos cargadas de los dulces bendecidos por el Santo. Y si la subasta ya es de por sí llamativa, más lo es el final de la misma que siempre acaba con el gocho, animal que siempre acompaña las tallas de San Antón. Este año tocó subastar la pata, que por 15 euros se llevó un vecino a casa. «Sale cara, ¿eh?», comentaban con ironía algunos. «Ya, pero lleva carne».
Las fiestas de Algadefe de la Vega continúan este jueves con la misa de difuntos y se alargan durante este fin de semana con discoteca móvil para la noche del viernes, taller pintacaras y la orquesta radar para el sábado y actividades para los más pequeños el domingo por la tarde.