El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aseguró este miércoles que la nueva Variante de Pajares no es sólo un “salto de gigante” para salvar la Cordillera Cantábrica, con un nuevo paso entre León y Asturias, sino también “una mano tendida para unir los territorios de un país orgulloso de su diversidad” como España.
Sánchez cerró con su intervención en la estación de Oviedo el acto institucional de inauguración de la Variante de Pajares, la nueva infraestructura entre La Robla y Pola de Lena (Asturias), tras el viaje que partió desde Madrid con el rey Felipe VI a bordo.
“Por fin”, dijo, llega este día “tantas veces postergado” en el que se estrena una obra que a su juicio no sólo hace que Asturias esté más cerca del resto de España, sino que acerca también al resto de territorios a una comunidad, a su juicio “bendecida por una belleza y geografía única”, que define a sus habitantes y que ha sido un “monumental desafío”.
En ese sentido, Sánchez aseguró que la Variante es “algo más que un camino de hierro”, sino un “camino de soluciones” para “revertir un injusto aislamiento ferroviario”, que permitirá afrontar con “nuevas bazas” los desafíos ante la “auténtica oportunidad” de transformar la economía y el tejido productivo, sin “temor al cambio”. De esta forma, apostó la vertebración y el desarrollo de las zonas de España “tantas veces olvidadas” y “postergadas” a través del hilo de la “prosperidad compartida”, frente a quienes todavía se creen “el centro del universo”.
Para ello, el presidente del Gobierno destacó la oportunidad que supone la reindustrialización, a través del despliegue de las energías renovables y el hidrógeno verde, en zonas “relegadas” en el pasado o que han tenido una actividad vinculadas a otros usos, como Asturias y León, lo que que permitirá, además, que sus habitantes tengan “esperanza” y “horizonte”.
Además, indicó que ahora España cuenta con los fondos europeos y el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que añadió son una “oportunidad única” para “posicionar” a España como referente en energías renovables y en el hidrógeno verde, pero también en el campo de los microchips o la salud de vanguardia. Todo ello, remarcó, es el “paradigma” de la nueva revolución tecnológica: “Esta vez España no va a perder el tren de la modernidad, tiene todo, para asumir una posición de liderazgo”.
Asimismo, Sánchez citó a Gaspar de Jovellanos, un asturiano “ejemplar” que recordó luchó contra “viento y marea” por el progreso de su tierra y España y un “hombre de la ilustración” que tenía una “fe ilimitada en el progreso, la ciencia y el conocimiento” y que creía en un país en el que los españoles vivieran en el futuro con “prosperidad”, “convivencia”, “libertad” y “democracia”. “Se atrevió a soñarlo antes que nadie”, sentenció.
“Quien no quiere hacer algo busca excusas y quien quiere hacer busca soluciones”, dijo para recordar y reconocer el trabajo de los 5.000 profesionales que llegaron a trabajar en las obras o el volumen de la inversión ejecutada en la actuación de “mayor complejidad técnica”. “Cuanto más duro es el reto, mayor es el aprendizaje”, añadió Sánchez, quien aseguró que todas las empresas españolas podrán reivindicar un día, “con orgullo”, que trabajaron en la Variante, lo que supondrá en su opinión un “símbolo de su valía” y les aportará aún más “excelencia” y “reconocimiento”. Estas compañías, continuó Sánchez, son el “factor decisivo”, junto a la apuesta “de país” para contar en España con una red de alta velocidad de 4.000 kilómetros, que conecta ya 30 provincias, y que es la más extensa de Europa y la segunda del mundo, por detrás de China.
El presidente quiso poner en valor el “mérito formidable” de España, aún más a su juicio si se evalúa con la perspectiva de lo logrado en estas décadas. “Hoy España no está en el vagón de cola, sino en la vanguardia”, dijo el presidente, tras citar a un historiador que se refería en la revolución industrial a las estaciones de tren como las “catedrales de la modernidad”. Entonces, recordó, por cada kilómetro de vía que se construía en España había 30 en Bélgica, 100 en Francia y 200 en Alemania.
Finalmente, Pedro Sánchez remarcó que el país ha invertido 65.000 millones de euros en su red de alta velocidad, pero añadió que el “impulso no se detiene”, sino que están en “cartera” preparados otros 9.000 millones para desplegar las líneas en otros territorios como Cantabria, País Vasco, Navarra o Extremadura, así como para seguir avanzando en los corredores Atlántico y Mediterráneo, que señaló son “apuestas estratégicas” para la vertebración y para ganar competitividad.