La sangría demográfica que León arrastra en los últimos 40 años no se detiene ni atisba brotes verdes de recuperación. La población residente en la provincia se redujo en 785 personas en el primer semestre del año 2023 hasta los 447.685 habitantes que registra el Instituto Nacional de Estadística (INE) a fecha de 1 de julio. Según los datos de la Estadística Continua de Población publicada este martes referente al segundo trimestre del año, el padrón provincial se redujo en 157 personas desde abril hasta el 1 de julio, como se observa en el gráfico que acompaña a esta información y punto de partida para el análisis completo del primer semestre del año actual.
Este descenso sí que implica una ralentización de la pérdida poblacional respecto a los años previos marcados por la alta mortalidad derivada de la pandemia de la Covid-19 – sólo en 2020 se perdió un 0,58% de población – y el retroceso se suaviza al situarse en un 0,18%. Sin embargo, este dato contrasta con el aumento de habitantes registrado en la mayoría de provincias de Castilla y León. Sólo los territorios de la Región Leonesa, Zamora, Salamanca y León, han reducido sus residentes este año, mientras las provincias restantes han aumentado sus cifras demográficas, con fuertes ascensos en Valladolid, Burgos, Segovia y Soria.
León sufre así el peor dato de la Comunidad Autónoma en términos globales de pérdida poblacional, al que se añaden sendas caídas en los territorios que completan la Región Leonesa. En Zamora se produjo el descenso relativo más intenso, con un 0,24% menos de habitantes que a principios de año, que se traducen en 394 residentes menos hasta quedarse en 166.307. Salamanca es la tercera provincia que ve reducida su población en este 2023, con una caída algo más suave, de un 0,09% traducidos en 293 habitantes menos, al registrar 327.179 personas en julio.
León sufre el peor dato de la Comunidad en términos globales de pérdida de habitantes, seguida por Zamora y Salamanca
En el lado opuesto de esta estadística nuevamente fatídica para el oeste de la Comunidad, se observa que el mayor aumento de población este año en Castilla y León en términos globales se dio en Valladolid. La provincia geográficamente central y con mayor población suma 1.774 habitantes hasta los 523.352 registrados por el INE a 1 de julio, un 0,34% más que en enero.
Atendiendo al criterio relativo, el dato más significativo es el de Segovia, con un 0,55% más de residentes que en enero, con 155.687 personas registradas en julio, lo que se traduce en 850 personas más viviendo en esta provincia, limítrofe con Madrid, que al inicio del año. En Burgos, la población residente se cifra en 358.324 a 1 de julio, después de una subida 0,22% en los primeros seis meses del año traducida en 790 personas más.
La provincia con menor población de la Comunidad, Soria, sumó 379 personas, es decir, registró una significativa subida de un 0,42% hasta los 89.969 habitantes. Suave incremento el que recibe Ávila, con poco más de un centenar hasta los 158.75 censados, un 0,08% más. Por último, la estadística de Palencia refleja una casualidad matemática poco habitual, con un sólo habitante más en estos seis meses, que sitúan la población de la provincia vecina en 157.598 residentes registrados.
El padrón continuo refleja también que a 1 de julio de 2023 hay 217.634 hombres y 230.051 mujeres en la provincia. Además, la variación interanual de León confirma la constante pérdida de habitantes. En los últimos doce meses la población se ha visto reducida en 1.135 personas, ya sea por fallecimiento o porque han hecho las maletas.
Los más de 700 extranjeros llegados a la provincia este año sitúan en el 5,4% la población no española
Extranjeros en aumento
La llegada de extranjeros prosigue a buen ritmo en la provincia y es lo que provoca que la sangría demográfica no sea aún mayor. A cierre del primer semestre de este año la población de nacionalidad extranjera residente en León fue de 24.236 personas. Entre el 1 de enero y el 1 de julio, han llegado 718 migrantes a León, hasta hacer representar en un 5,4% la población no española en León. Un aumento que suaviza, sí, pero no impide la pérdida de recursos humanos de esta provincia que acusa el envejecimiento.
Una provincia envejecida
Es ese envejecimiento y que los fallecimentos sean muy superiores a los nacimientos lo que explica esta estadística. Así se deduce de la última encuesta de variaciones residenciales publicada por el INE y correspondiente al año 2021. Según aquel informe, fueron menos las personas que abandonaron la provincia que las que León atrajo a vivir aquí. El medio rural, lastrado por la escasez de relevo poblacional, incide sobremanera en la constante pérdida de habitantes que arrastra León y las dos provincias restantes de la Región Leonesa.