Las medidas impuestas por culpa del covid-19 han servido para que Sanidad comience a plantearse retomar la reorganización sanitaria que hace más de un año se estaba debatiendo y levantaba una agria polémica en toda la comunidad. Ahora, cuando el gerente de Atención Primaria del Área de Salud de León, José Pedro Fernández Vázquez, cumple dos años en el cargo, considera que es el momento idóneo para ajustar estos planes. En la actualidad, algunos consultorios locales no tienen asistencia sanitaria presencial y la cita previa se extiende poco a poco a toda la provincia. Y todo ello con la incorporación de tecnología y trabajadores sociales, para así potenciar la sanidad en los pueblos siguiendo el sistema ideado al comienzo del mandato actual en la Consejería.
Asegura Fernández Vázquez que su objetivo e «ilusión» al aceptar la responsabilidad de gerente era «mejorar la Atención Primaria», de ahí que quiera retomar su reorganización. Y para ello plantea una hoja de ruta que podría adaptarse paulatinamente en las zonas básicas de salud de León, sobre todo en las más necesitadas de una reforma urgente, como Sahagún, Ribera del Órbigo, La Bañeza II y Astorga II.
«Primero hace falta consenso, y no lo hay», advierte Fernández Vázquez, que también destaca que todo este proceso de mejora se debe hacer «con los profesionales que hay, porque la realidad es que no va a haber más médicos y enfermeras». «Con lo que tengo, hay que hacerlo lo mejor posible», agrega el gerente, que resalta que el sistema tiene que estar asentado en «los equipos de Atención Primaria», donde también están los auxiliares administrativos o los trabajadores sociales, para que cada uno desempeñe su labor.
Fernández Vázquez considera que estos últimos profesionales deben ser clave no solo para trabajar a demanda, como ocurre en la actualidad, sino que tienen que estar integrados en los centros de salud e incluso en los centros rurales agrupados sanitarios, o centros municipales de salud, como los denomina el gerente. Los trabajadores sociales serían los encargados de vigilar y ayudar a todas las personas que vivan en el entorno rural que no tengan las posibilidades de desplazarse a otras localidades por problemas de salud y para incidir en la prevención, verdadero objetivo de este sistema. Y eso que buena parte del trabajo de los sanitarios ya está basado en esta línea, aunque reconoce que se trata de una labor «invisible».
Los centros de salud seguirían funcionando como punto neurálgico de cada zona básica, pero ayudados por unos centros municipales de salud, dependiendo de cada territorio, en los que no solo podrían trabajar los auxiliares administrativos (ahora solo pueden desempeñar su función en lugares propiedad de la Consejería de Sanidad), sino que también deberían disponer de tecnología sanitaria para poder hacer frente a cualquier demanda: conexiones (ya sea mediante línea habitual de óptima calidad o vía satélite), móvil, electrocardiología portátil, analítica móvil y espirometría. Se trata por tanto de poder visitar al paciente en su casa, vía telemática o en los consultorios locales cuando el propio enfermo se pone en contacto con el centro sanitario, evitando así que sea el sanitario el que esté varias horas en un ambulatorio que «en muchas ocasiones no cumple con lo mínimo para poder proteger a profesionales y pacientes», apunta Fernández Vázquez.
El gerente destaca por tanto que es necesaria la inversión en Atención Primaria, pero también mejorar «la coordinación con la Atención Hospitalaria», puesto que así se podrían evitar desplazamientos de los pacientes para pruebas que se pueden hacer en centros de salud y su valoración por especialistas sin que se traslade a León. «Este sistema daría más tiempo para que el médico vea al paciente, para que tenga diez minutos y no se dedique a temas administrativos», resume.
Sanidad prevé retomar la reordenación de la asistencia sanitaria en los pueblos
Fernández Vázquez quiere pone en valor al trabajador social en la reestructuración
21/12/2020
Actualizado a
21/12/2020
Lo más leído