Construida en 1789, la Panera fue originariamente un almacén de suministros, remanentes y excedentes de producción, como trigo, vino, frutos y todo lo que cosechaban en todas sus posesiones en la provincia, para los monjes que habitaban el Monasterio de Santa María de Sandoval.
Tras la desamortización, una vez que fue abandonada, pasó a manos del Ministerio de Agricultura en 1835 y quedó en el olvido, dando lugar a “unos cien años de pillaje en los que aprovechó la gente para llevarse hasta las últimas piedras que se caían para construir sus casas”.
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El alcalde de Mansilla Mayor, término municipal al que pertenece la junta vecinal de Villaverde de Santoval, donde se ubica la Panera, reconoce que las obras de rehabilitación del edificio han seguido “muchos procesos”.
Con todo el tejado hundido, ya que “toda la estructura de madera estaba podrida por la dejadez de muchos años, lo que hizo que se cayera gran parte”, se procedió a reconstruirlo, para lo que se recuperó toda la madera antigua del siglo XVIII que se pudo, a la que se sumó madera nueva o reutilizada de otras estructuras.
En cuanto a las ventanas, que se abrieron cuando el edificio ejerció de escuela, se recuperaron las originales, para lo que se siguió el método de aquel entonces, es decir, a través de canto rodado, cal y ladrillo. Por su parte, también se recuperaron las bóvedas del forjado sanitario que tenían para que no hubiera humedad, que se encontraban hundidas.
En el caso del suelo, se recuperó la estructura original, dando como resultado un espacio diáfano con una arquería por el centro, eliminando las divisiones que se hicieron cuando se tapiaron espacios para separar la escuela de la casa del profesor.
Finalmente, se ha dado una jabelga de cal a todas las paredes, manteniendo su estado, porque “además de que ya no había más presupuesto, así también se puede ver el paso de los años y de los diferentes usos que ha tenido a lo largo de la historia”.
Espacio expositivo
Una vez finalizada por completo la obra, la Panera pasará a ser un espacio diáfano para el existe la intención de convertirlo en sala de exposiciones. “Ya había proyectos del Instituto Leonés de Cultura para hacer una exposición sobre el románico o sobre determinados artistas de diferentes géneros que el año pasado vinieron a visitar las instalaciones, pero que por las circunstancias actuales, se paralizó”.
Mientras llegan los artistas y las exposiciones, el edificio hará las veces de “oficina turísticas y centro de visitantes, así como salón de reuniones para la junta vecinal del pueblo o para acoger actos de todo tipo”.
En definitiva, la Panera se convertirá en “un reclamo para el turismo cultural” y “un valor añadido” para el Monasterio de Santa María de Sandoval que recibe una media de 4.000 visitas al año.