La localidad de Santa Marina del Rey dio este lunes el último adiós a José Antonio Justel, el leonés de 44 años fallecido el pasado fin de semana, a consecuencia de una mortal paliza en un local nocturno de Gijón. La villa ribereña se mostró totalmente «consternada y conmocionada» por este trágico suceso, que ha dejado entre los vecinos de esta población, a la que le unían sus raíces maternas, con un gran sentir de «impotencia».
Los habitantes de la villa ribereña quisieron estar presentes durante el funeral, mostrando el apoyo a esta familia, que catalogan como «querida», porque pese a que «no vivían aquí, sí venían mucho, sobre todo de niño y de joven, y era un chico muy afable, jovial y alegre», apuntó el alcalde del municipio de la comarca del Órbigo, Francisco Javier Álvarez. «Tranquilo» es como definen también algunos vecinos el carácter de José Antonio, por lo que además de la consternación, la tristeza y la impotencia de la situación, también sienten «sorpresa» por lo sucedido.
Los vecinos «se han volcado con la familia», que ha vuelto a ser nuevamente azotada por la tragedia con el fallecimiento de José Antonio, después de perder a otra hija hace siete años.