"Dejar la política es como dejar de fumar, o lo haces de golpe, o no lo dejas". Así lo ha entendido siempre Santiago Ordóñez y así lo ha hecho; este jueves rompió con su ‘vicio’ dejando a toda la provincia con cara de emoticono de ojos grandes y boca abierta, como el que seguro circuló entre los miembros del grupo de whatsapp (de trabajo) del que Santi se salió este jueves a primera hora de la mañana haciendo saltar los rumores.
Apenas un puñado de compañeros, los más cercanos, estaban avisados de su decisión de dimitir de todos sus cargos (era coordinador provincial de Izquierda Unida desde 2011 y concejal por León en Común en el Ayuntamiento de la capital desde la pasadas elecciones de 2015), y apenas lo supieron el día antes.
La decisión de dejarlo no es que no haya sido fácil, es que ha sido muy difícil, no en vano lleva toda una vida apostado en la izquierda de una forma activa (y advierte que seguirá en ese mismo lugar). Entró en Izquierda Alternativa siendo sólo un chaval y está afiliado a Izquierda Unida desde el 17 de noviembre de 1995, de aquélla tenía 19 años.
Este jueves, con 40, ponía un punto (¿y final?) a su larga trayectoria en política. Santiago Ordóñez ha sido un político de calle, comprometido con la injusticia, participante activo de todas y cada una de las protestas de corte social, laboral y político. Siempre tras la pancarta iluminado por una sonrisa que se había ido apagando desde que ocupó su cargo como concejal del Ayuntamiento de León, ha argumentado su marcha con "motivos personales". Quizá, para un político de ‘guerrilla’, casado sólo con sus ideas, se le hizo demasiado cuesta arriba conjugar la institucionalidad del cargo con un pasado ligado al activismo político y social que quería seguir teniendo presente y que ocupaba buena parte de su agenda.
Santiago Ordóñez ha conseguido alargar los plenos municipales hasta llevar a la desesperación a compañeros y asistentes. Siempre ha tenido algo que decir, con sus aciertos y sus errores, pero sin que nadie haya podido negarle su buena voluntad.
Con la carrera de Derecho terminada, la de Empresariales a medio acabar y la asesoría jurídica como profesión, ha sido minero, teleoperador, parado o todo lo que se le ha requerido cuando ha habido que dar visibilidad a la problemática de los distintos sectores.
Se convirtió en coordinador local en 2006, cargo que abandonó cinco años después para asumir la coordinación provincial. Le ha pillado una época de cambios, su partido ha votado unirse a la nueva forma de hacer política, quizá esto también ha supuesto un desgaste.
Los intentos por hacerse con un cargo no han sido pocos. Ha aspirado a ser alcalde y procurador, y ha perdido muchas veces, hasta el pasado 2015, cuando concurría de número dos al Consistorio leonés por la lista de León en Común. Logró sentarse entonces como concejal en el Ayuntamiento de León, pero no ha terminado el mandato.
Ha roto con su 'adicción' y, como le pasa a los exfumadores, no se atreve a decir que no vaya a volver a caer, pero no de momento. Ahora se dedicará «a recuperar su vida». Este jueves, con voz animada, cogía el teléfono disculpándose porque no iba a hacer declaraciones, estaba pasando la tarde con sus sobrinos...
Santi Ordóñez, el guerrillero de la política
Dimite el concejal de León en Común y coordinador provincial de IU por motivos personales
26/08/2016
Actualizado a
19/09/2019
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