Santiago Ordóñez: "Ya me sentía fuera de lugar"

– ¿De qué pecados te confiesas?
– De ninguno, estoy orgulloso de todos.

– ¿No has pecado un poco de soberbia?
– Siempre, ¿quién no ha pecado de soberbia alguna vez? Pero intento que sea lo menos posible.

– Un poquito más en los últimos días.
– No. He estado más tranquilo de lo habitual, ojalá hubiera pecado más. Hubiera sido más satisfactorio, pero he estado en reposo

– Te quitas las barba, dejas la política… Creí que venías a la entrevista con un polo de Lacoste.
– Ya lo tuve una vez y lo he olvidado.

– ¿La política también la olvidarás?
– No, nunca se olvida. La estamos haciendo constantemente. Otra cosa es que la política del día a día, de dar la cara, esa no la voy a echar de menos.

– Dice la leyenda que en la cama te arropas con una pancarta ¿Vas a seguir así?
– En las manifestaciones que valgan la pena, sí. Tengo muchísimos amigos porque al estar detrás de tantas pancartas conocí muchísima gente que me aprecia y a la que yo aprecio.

– ¿Te has quemado en estos dos años?
– No es que me haya quemado, es que no los debí haber iniciado. Aunque digan que es inesperado, quienes estaban cerca, sabía perfectamente que había llegado mi momento porque me sentía fuera de lugar.

– Y a partir de ahora, ¿qué?
– Vivir, disfrutar y mucho pecar.

– Podrás pecar más en tu cofradía, que es la de Genarín.
– Por supuesto, aunque solo sea como contrapunto. También algunas cuestiones cercanas como los grupos laicos, que he tenido muy abandonados.

– ¿Tu cargo de concejal te obligaba a desligarte de grupos laicos?
– No, mi posicionamiento no cambió en absoluto. Siendo concejal he tenido debates con lo más rancio y me he sentido mucho más libre para decir las cosas como las siento y como deben ser.

– ¿Siempre has sido protestón? ¿El que no quería volver al cole en septiembre?
– Para nada. Era muy empollón y me encantaba el colegio. Me gustaba estudiar y me ha encantado siempre leer.

– ¿Cuándo empezaste a protestar más?
– En el instituto, leyendo, empapándome de autores clásicos de izquierda.

– ¿Qué autores?
– Uno de mis libros de cabecera es de Diego Abad de Santillán, un anarquista leonés que escribió en la Transición‘Estrategia y Táctica’.

– También juegas al ajedrez, ¿te consideras un estratega?
– No, solo un aficionado. Lo tengo abandonado, ahora voy a recuperarlo.

– ¿A quién te gustaría tener de rival?
– A la derecha, a la gente más conservadora que se merece que también en el ajedrez les dé dolores de cabeza.

– Hablando de dolores de cabeza ¿Crees que sin ti se acortarán los plenos?
– Espero que no. Tendrían que ampliarse. Un pleno, si de verdad queremos debatir las cosas¡, tendría que durar siete u ocho horas como un pleno de San Andrés.

– Ante el riesgo de que esta confesión se alargue tanto, la última: ¿Crees que en el pecado llevas la penitencia?
– Creo que sí, pero si eliges el pecado la penitencia, a veces, es hasta placentera.