Sarcoidosis, la enfermedad que se empezó a estudiar en León

Se cumplen cinco años del fallecimiento de Luis Pérez Carreño, el médico leonés pionero en su investigación, que afecta a 1,36 casos por cada 100.000 personas

Sergio Jorge
11/02/2019
 Actualizado a 19/09/2019
El doctor Luis Pérez Carreño tiene una calle dedicada en Valderas, donde nació en 1922.
El doctor Luis Pérez Carreño tiene una calle dedicada en Valderas, donde nació en 1922.
La sarcoidosis está considerada una enfermedad rara de la que hay 1,36 casos por cada 100.000 personas, pero que si ahora se diagnostica con más facilidad es porque un médico leonés fue el pionero de esta dolencia en los años 50. Se trata de Luis Pérez Carreño, un facultativo del que se cumplen ahora cinco años de su fallecimiento y que logró a mediados del siglo pasado detectar de forma fiable esta enfermedad gracias a un estudio que elaboró en 1953.

Así lo recuerda el que fuera fundador de la Asociación Nacional de Sarcoidosis, Sergio Bautista, quien destaca que en aquella época era muy complicado iniciar estos estudios, y fue gracias a una beca de la Diputación de León como se pudo iniciar este trabajo, que se tradujo en la publicación de un libro titulado ‘Contribución al estudio de la sarcoidosis’. Fue una investigación realizada gracias a varios estudios previos «en pacientes durante más de tres años con unos medios limitados, en una enfermedad que era novedosa y de la que aún no existían grandes reseñas», destaca Bautista.

De hecho, sigue siendo considerado el padre de esta enfermedad, puesto que «no ha habido prácticamente nadie que tome el testigo», tan solo en Barcelona se sigue investigando al respecto, detalla Bautista.

Este leonés, que también fue vicepresidente de la asociación que engloba a varios enfermos de toda España, recuerda que en el Hospital de León se paralizó una investigación hace tres años «por falta de financiación», en la que se había concluido con una de las partes, la de afectación ocular, «pero no se terminó el resto».

La sarcoidosis también es conocida como enfermedad de linfogranulomatosis benigna, de Besnier, Boeck o de Schaumann entre otros nombres. Se trata de una dolencia multisistémica de carácter inmunológico y etiología desconocida, que puede afectar a cualquier órgano. Esto supone que no tenga cura, una de las claves para entender que la enfermedad aún sigue afectando a unas 200 personas en León, aunque su gravedad depende de cada paciente (en algunos casos llega a ser incapacitante para la vida laboral), además de que puede aparecer y desaparecer completamente con el tiempo.

Hay que destacar que la enfermedad actúa como una respuesta anómala de las defensas del organismo, atacando zonas que están sanas mediante acumulación de granulomas no caseificantes en el tejido afectado. Si estos granulomas no desaparecen por sí mismos, o no se extirpan, el tejido puede permanecer inflamado y aparecer cicatrices. En otros casos se puede disminuir la inflamación con tratamiento.

La implicación de más de un órgano, aunque el pulmón es uno de los más comunes, especialmente en los casos crónicos, y el distinto desarrollo de la enfermedad en cada paciente, hace que prácticamente no se den dos casos iguales. El motivo de este comportamiento inmunológico es un misterio desde su descubrimiento en el año 1877.

Por eso destaca más si cabe el estudio realizado por Pérez Carreño, que fue director y profesor de la Escuela de Enfermería, adscrita a la Universidad de Oviedo, además de serlo también de la Universidad de León.

Su carrera profesional se inicia como médico asistente en los hospitales Laennec, Saint Antoine y Brussais de París, aunque después de dos años en Francia se asienta de nuevo en León, donde desarrolla toda su profesión, lo que le vale reconocimientos como llevar una calle a su nombre en Valderas, donde nació en 1922. Fue además presidente del Ateneo Médico Leonés, desde donde organizó numerosos congresos, miembro de la Real Academia de Medicina del Principado de Asturias y médico del Registro Civil de León.
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