Se jubila el "guardián de las perras", Ángel González

Los compañeros funcionarios y miembros de la corporación de León ofrecieron una comida homenaje al tesorero de los últimos 30 años

20/06/2024
 Actualizado a 20/06/2024
Compañeros y miembros  de la corporación arroparon a Ángel González Martínez. | L.N.C
Compañeros y miembros de la corporación arroparon a Ángel González Martínez. | L.N.C

"Mis palabras no pueden ser más que de agradecimiento por estos treinta años que llevo como tesorero del Ayuntamiento de León. Llegué en el último año de Juan Morano y hasta hoy, que me acerco a la jubilación, tengo que decir, y quiero resaltarlo, que el trato que me han dispensado todos los alcaldes ha sido exquisito". Estas palabras, más el agradecimiento a todos sus compañeros de trabajo, resumen el sentir del discurso que Ángel González Martínez pronunció a ‘los postres’ de la comida/homenaje/despedida que este miércoles le ofrecieron, en la Real Colegiata, sus compañeros funcionarios y también los miembros de la actual corporación.

Ángel González ha sido el tesorero del Ayuntamiento en los últimos treinta años, más de siete legislaturas pues como él mismo recordaba, llegó en el último año de mandato de Juan Morano hasta hoy, fue ‘guardián de las perras’ con Mario Amilivia (en dos ocasiones), Francisco Fernández (otras dos), Emilio Gutiérrez, Antonio Silván y José Antonio Díez, actual regidor, que también acudió al acto.

Era un homenaje de los compañeros con aroma de despedida. "No me jubilo hasta agosto, pero han querido mis compañeros celebrar la comida hoy porque después comienzan las vacaciones, las suyas y las mías que aún me quedan días y entendían que resultaría mucho más complicado reunirnos. Yo se lo agradezco sinceramente".

Recuerda González Martínez que llegó al ayuntamiento de León en 1994, procedente de otro importante  ayuntamiento, el de Ponferrada. "Aprobé las oposiciones en 1985 y estuve ocho años en Ponferrada, después ya vine a León y no me moví de aquí pues, como he dicho, siempre trabajé muy agusto en esta ‘casa’".   
- ¿No sería nada fácil mantener ese buen clima en aquellos años en los que los titulares de la prensa eran que había telarañas en la caja y su función era gestionarlas?
- Recuerdo los titulares; pero mi trabajo era exactamente el mismo, esos problemas iban por otro camino, la función del tesorero es velar por esa caja, haya lo que haya dentro. 

Ángel González Martínez, que ya ve la jubilación muy cercana, tiene muy claro que su problema no va a ser el no saber qué hacer, que tantos jubilados dicen encontrarse. "No va a ser mi problema, tengo un buen número de cosas que me encanta hacer y me voy a entregar a ellas: Me encanta hacer cosas con las manos, trabajos manuales de todo tipo y todo lo relacionado con los huertos: plantar y cuidar árboles, trabajar en el huerto, pasear tranquilamente y, sobre todo, charlar con los amigos, sin prisas ni agobios". Y, por si fueran pocas las ocupaciones, hay otra que también le llenará un buen número de horas: "Leer, me encanta leer".

Si a ello le sumas que podrá visitar con más frecuencia su pueblo, Malillos de los Oteros, y a sus amigos de toda la vida, tendrás un jubilado ocupado y entretenido. 

Un trabajador que durante muchos años fue el que más supo de las miserias y las glorias económicas del primer ayuntamiento de la provincia.

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